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Sergio Llamas
Miércoles, 24 de julio 2024, 13:51
Incrementar el presupuesto del Gobierno vasco para aumentar su peso en el PIB al menos un 1% cada uno de los próximos cuatro años, lo que supone unos 900 millones de euros más para este 2025, a fin de acercar Euskadi al nivel europeo de ... inversión. Ésa es la casilla de salida dibujada por ELA para desarrollar las 80 propuestas que presentaron el pasado viernes al lehendakari, Imanol Pradales, con el objetivo de abordar un cambio en la política vasca. Las iniciativas, que han dado a conocer este miércoles, incluyen una reforma fiscal que apunta justo en la dirección contraria a lo solicitado por Confebask, ya que apuestan por un tipo mínimo del 25% en el Impuesto sobre Sociedades.
El secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza, ha calificado de «escándalo» la propuesta de la patronal vasca en un momento «en el que las empresas ganan más que nunca», y ha reivindicado que «el gobierno no puede ignorar el debate sobre un reparto más justo de la riqueza». Sus reformas fiscales también contemplan una única tarifa de IRPF para todas las rentas, duplicar la tarifa de Patrimonio e inspeccionar cada año al menos una cuarta parte de las rentas no salariales.
El portavoz de ELA ha anunciado que, tras este primer encuentro con Pradales, en septiembre mantendrán otro con el vicelehendakari y consejero de Trabajo, Mikel Torres, como muestra de su «disponibilidad» a los acuerdos. En todo caso ha rechazado valorar por «discreción» cómo será la recepción de las propuestas presentadas en Ajuria Enea, agrupadas en 15 áreas. Sí se ha pronunciado sobre la subida salarial aprobada este martes del 2% para el personal público, ya que consolida una pérdida de poder adquisitivo (la inflación es del 3,1%) que durante la última década se acerca al 20%. También ha criticado la «política continuista» que supone el acuerdo programático con el PSE, y que apunta a una «apuesta clara por el déficit cero».
La secretaria general adjunta de ELA, Amaia Muñoa, ha avanzado varias de las medidas propuestas a Pradales y con las que quieren combatir el «déficit» del País Vasco en sanidad, educación y servicios sociales. Así, por ejemplo, defienden que el 25% del presupuesto de Osakidetza se destine a la atención primaria y a una consolidación de la plantilla, de manera que quienes lleven más de tres años trabajando sean fijos. Quieren abordar los altos índices de interinidad, del 40%, y recoger un refuerzo que garantice una reducción de las listas de espera «así como una plantilla urgente en el ámbito de la salud mental», ha subrayado.
En educación Muñoa ha avanzado un presupuesto con 600 millones de euros más que asegura unas condiciones laborales dignas -demandan además una nueva ley de educación ya que la recientemente aprobada no garantiza en opinión de la central un sistema público y euskaldun-, medidas para universalizar el conocimiento del euskera y una ley de servicios sociales que asegure un sistema público, universal, gratuito, de calidad y corresponsable.
El bloque de medidas trasladadas al lehendakari también piden actuar de urgencia ante la transformación de las empresas y el tejido productivo evitando las deslocalizaciones y garantizando el empleo. Así han propuesto un fondo público dotado con 2.500 millones de euros para invertir en el desarrollo de sectores y empresas que respondan a la lógica de la transición ecosocial justa. Otra de sus peticiones pasa por apoyar los procesos de transformación que pongan empresa bajo el control de sus plantillas.
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