La economía vasca crece poco a la espera de la recuperación de la industria

Afortunadamente, el dato se sitúa en el lado positivo -hay crecimiento y no retroceso en la creación de riqueza-, pero defrauda en parte algunas previsiones. La primera de ellas la del propio Gobierno vasco, que había estimado que en ese segundo trimestre la actividad crecería algo más, hasta situarse en el 1,9%, una décima por encima de la real anotada por el Eustat. El empleo -medido en términos de contabilidad- también ha avanzado el 1,8%, lo que encaja a la perfección con la evolución de la población activa y la tasa de desempleo. Fuentes del Ejecutivo vasco han recalcado que la desviación en relación con las previsiones es mínima.

El propio Eustat publicaba la pasada semana los datos de la encuesta sobre población activa, con una tasa de desempleo del 7,5% para el segundo semestre del año. Si se tiene en cuenta que a finales del mismo periodo de 2023 la tasa de paro era del 7,6%, se puede apreciar que la economía vasca ha entrado en esa senda en la que aún genera empleo, pero de forma moderada. Hay en el último año 19.300 ocupados más, pero esa generación de nuevos puestos apenas consigue rebajar de forma sustancial el porcentaje de desempleo.

El Ejecutivo vasco, pese a todo, cree que se van a cumplir los pronósticos que apuntan a una recuperación más acusada de la actividad en el segundo semestre del año y también a lo largo de 2025. Sin movimientos bruscos pero con tendencia a mejorar. Así, por el momento, se mantiene la previsión de terminar este año con un crecimiento del 1,9%, pese a que los dos primeros trimestres han estado por debajo de esa tasa, para subir al 2,1% en 2025. Pero ello depende de que se confirme la recuperación de la demanda de la industria europea, porque por ahora las exportaciones vascas mantienen un signo negativo.

Esta situación de retroceso en la actividad industrial es la que condiciona también que la economía vasca mantenga tasas de crecimiento sensiblemente inferiores a las del conjunto de España. Nuestro PIB crece siete décimas menos que el español, por la diferente composición de nuestra estructura. Así, para España el auténtico motor están siendo los servicios ligados al turismo, actividad que se sitúa ya en cifras récord no solo en número de turistas sino también de generación de riqueza, debido a una importante alza de los precios. En el País Vasco también se registra un tirón de los servicios pero el impacto limitado que tiene el turismo en la comunidad autónoma hace que no sea suficiente para acercarse a las tasas de crecimiento del PIB español.

El Departamento de Trabajo y Economía, que dirige ahora el vicelehendakari Mikel Torres, ha puesto sin embargo de relevancia el hecho de que la economía vasca crece más que la europea. «Conviene tener en cuenta que el crecimiento de la zona del euro se sitúa, en el inicio de este año, en el entorno del 0,4% en tasa interanual, por lo que el resultado de la economía vasca puede considerarse muy positivo», han indicado fuentes del Departamento.