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'Tariff man', es decir, 'hombre de aranceles'. Así es como se ha definido Donald Trump en la campaña electoral que encara sus últimos días ... para elegir el próximo presidente de Estados Unidos entre el republicano y la demócrata Kamala Harris. La propuesta de aranceles del expresidente se ha convertido en una bandera que puede impactar de lleno en los 2.737 millones de euros que las empresas vascas venden a Estados Unidos.
El país norteamericano, con un crecimiento económico del 3%, se ha convertido en un mercado creciente para muchas compañías vascas que han duplicado las exportaciones allí en solo tres años. En 2020, las ventas desde Euskadi eran de 1.367 millones. Entonces era el cuarto destino, por detrás de Alemania, Francia y Reino Unido. Al cierre de 2023, se convirtió en el tercer país que más compra a las empresas vascas y representa casi uno de cada diez euros del total del comercio exterior de Euskadi. Un avance gracias a que ha crecido el doble de lo que lo han hecho las ventas a Alemania, Francia, Italia o Reino Unido.
239 empresas vascas
facturan de modo estable a Estados Unidos por productos o servicios.
3.381 millones
son las ventas de las 20 fábricas que Gestamp y Cie tienen en el país norteamericano.
En total son 239 empresas las que mantienen operaciones de modo estable en Estados Unidos y, además, un centenar cuenta allí con instalaciones y centros de producción. Entre ellas hay marcas como Ingeteam, Tubacex, Tubos Reunidos, o las de la automoción, como Gestamp y Cie Automotive. La presencia es, precisamente, una de las condiciones que el Gobierno estadounidense ha impuesto para acceder a muchas de las líneas de ayuda. Un apoyo que lanzó la Administración del presidente Joe Biden con la Inflaction Reduction Law, conocida por sus siglas en inglés como IRA. Una inyección a la industria de 350.000 millones de dólares en ayudas fiscales enfocada a la transición energética.
Según explica el investigador del Real Instituto Elcano Federico Steinberg, esta apuesta se mantendrá sea cual sea el resultado electoral porque ambos candidatos «coinciden en que la globalización ha perjudicado a la clase media y ha generado desindustrialización». El otro punto en común es la desconfianza hacia China. Eso sí, recuerda el también profesor del Departamento de Análisis Económico de la Universidad Autónoma de Madrid, «las recetas para defender el desarrollo industrial norteamericano tienen matices importantes». La demócrata y actual vicepresidenta, Kamala Harris, defiende un modelo de inversión y subvenciones públicas en cuestiones críticas para «ganar tecnológicamente a China».
En cambio, el expresidente republicano, Donald Trump, habla abiertamente de una transformación del comercio a base de aranceles. Unas barreras que se podrían ir al 100% para los países que dejen de usar el dólar y al 60% para todos los productos chinos. Pero, además, situarse de un modo generalizado entre un 10% y un 20% para todas las importaciones.
Las políticas de Trump impactarían, por tanto, en la actividad de las empresas que exportan a Estados Unidos, no tanto a las que están allí instaladas. Así, Steinberg recuerda que el expresidente, aunque respalde al sector de hidrocarburos, «no retirará las subvenciones del IRA una vez que se han creado los intereses». Además, apunta el investigador, «el IRA está suponiendo importantes desembolsos en estados republicanos».
El papel de las empresas vascas está siendo muy importante en sectores críticos. Por volumen de inversión, Iberdrola se ha convertido en uno de los principales agentes en la implantación de las renovables. La eléctrica presidida por Ignacio Galán desarrolla allí 9.000 MW de energía verde e impulsa el mayor parque eólico del país en la costa este con 800 MW.
Ingeteam, que recibió el año pasado la visita del presidente Joe Biden a su planta de Wisconsin, representa al sector de componentes eléctricos que, con 160 millones es uno de los más exportadores. La tecnología y conocimiento de las empresas vascas en elementos críticos como aerogeneradores o transformadores eléctricos es muy valorada. El consejero de Asuntos Comerciales de la Embajada de EE UU en España, John Coronado, señaló en una visita a Euskadi la pasada primavera que «es necesario fortalecer el vínculo con las empresas vascas que aportan gran conocimiento y tecnología».
Los dos gigantes vascos de la automoción, Gestamp y Cie Automotive, tienen en Estados Unidos un total de 20 fábricas, 15 y 5 respectivamente, y facturan allí un total de 3.381 millones. Las cifras evidencian la importancia del sector que, además, suma los 433 millones de exportaciones vascas de vehículos, principalmente de la fábrica de Mercedes en Vitoria.
Otras partidas arancelarias destacadas en las ventas a EE UU son las del combustible, con 491 millones, el material aeronáutico y reactores con 496, la fundición con 368 millones y la máquina herramienta con otros 160.
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