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'Progresividad en frío' es el término con el que los fiscalistas se refieren al fenómeno que se da cuando la subida de precios disminuye ... el poder adquisitivo de un salario, pero el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) lo ignora. Un ejemplo, si con 2.000 euros hoy una familia no puede afrontar los mismos gastos que en 2021, no parece justo que se paguen por ellos los mismos impuestos.
Para evitar este efecto que supone una subida tributaria encubierta, aunque técnicamente no lo sea, se aplica la deflactación. Un porcentaje de corrección en los tramos de renta sobre los que se establece la retención correspondiente en las nóminas de los asalariados, lo que comúnmente se conoce como las tablas de retención. Desde 2021 y hasta este año, en Euskadi las haciendas forales han aplicado una serie de deflactaciones que acumulan una corrección del 7,5%, pero en el mismo tiempo los precios han escalado más del doble, una suma del 15%. Las cifras dejan una diferencia a favor de las arcas públicas vascas de 7,5 puntos.
Atendiendo a los propios cálculos que realizan las diputaciones, cada punto de deflactación supone dejar de recaudar entre 50 y 60 millones de euros. Así, la inflación en los últimos tres años ha permitido a las haciendas vascas obtener unos 375 millones por no haber llevado este ajuste en los tramos del IRPF con el mismo nivel de subida del IPC. La inflación, por lo tanto, se convierte en uno de los mejores contribuyentes porque suma esos casi 400 millones al impacto en el IVA, cuya recaudación llegó a crecer en 2022 un 20%.
2,5% es el porcentaje de deflactación que aplicarán las diputaciones vascas en 2024.
Acuerdo Los socialistas dan por segura la ayuda de 200 euros en el IRPF para las rentas inferiores a 30.000 euros
Las diputaciones vascas no se han cruzado de brazos y han aplicado medidas, pero han sido superadas por la carrera de los precios. El mayor ajuste se realizó en 2022, cuando el IPC alcanzó el 10% en julio. Los gobiernos forales elevaron su deflactación inicial del 1,5% al 5%, pero la subida de los precios registró una media en Euskadi aquel ejercicio del 8,1%.
El año anterior, el 2021, las haciendas vascas no aplicaron ningún ajuste en el IRPF, aunque sí elevaron el mínimo exento para tener que presentar el impuesto de 12.000 a 14.000 euros. El IPC en aquel año alcanzó una media del 3,1%. En este 2023, la deflactación aplicada ha sido del 2%, mientras que los precios presentan una escalada media del 3,8%.
En menos de tres semanas las haciendas vascas publicarán las tablas de retención en nómina que deben aplicar las empresas a sus trabajadores en 2024. Las diputaciones acordaron en el Consejo Vasco de finanzas del pasado octubre una deflactación del 2,5% sobre los tramos de renta, y las diferentes deducciones como las de los hijos a cargo o tributación conjunta. Un alivio fiscal cuantificado en 100 millones de euros. El socio del PNV en los gobiernos forales, el PSE, no se ha sentido cómodo con la deflactación. Un ajuste que ha venido rechazando el Gobierno de Pedro Sánchez y en las comunidades que gobiernan los socialistas por considerar que favorece de igual modo a rentas altas y bajas.
En Euskadi, la contrapartida ha sido la de una ayuda de 200 euros en el IRPF para la rentas inferiores a 30.000 euros y que va disminuyendo hasta aquellos que ganan 35.000. Este bono fiscal para 2024 había quedado en el aire, pero según confirman fuentes socialistas a EL CORREO, en las últimas semanas PSE y PNV han decidido mantener la filosofía de su acuerdo y el desarrollo de ambas medidas. «La aplicación de la ayuda, como hay tiempo, podrá ser regulada más adelante», explican. El caso es que es suficiente para aprobar los decretos correspondientes en los consejos forales de gobierno. En Bizkaia y Gipuzkoa la tramitación de la deflactación va ligada al Presupuesto para 2024, ya que recoge su impacto en el capítulo de ingresos. El Ejecutivo vizcaíno presidido por Elixabete Etxanobe goza de mayoría, pero en Gipuzkoa, donde PNV y PSE necesitan del apoyo de otro partido en su Juntas Generales, se liga el futuro de la deflactación a un a cuerdo sobre el Presupuesto.
En Álava hay más diferencias y es que la fórmula de tramitación será diferente. El Ejecutivo alavés presidido por Ramiro González ha optado por presentar un proyecto de norma foral de medidas tributarias para 2024 para tramitar este alivio fiscal. El mecanismo requerirá un debate y la votación correspondiente sobre la deflactación en un parlamento provincial en el que PNV y PSE necesitan también del apoyo de otra formación para lograr la mayoría. Las Juntas Generales tramitan por vía de urgencia el proyecto en las enmiendas y el Partido Popular reclama ir más allá con la deflactación, elevándola al 3% y hasta el 4,5% en los tramos de renta más vulnerables y aumentando también las deducciones por hijo o mayores cargo. Pero el voto de Podemos gana peso tras acordar el impuesto a los ricos, tanto para esta cuestión, como para los Presupuestos.
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