La desaceleración europea castiga con 330 millones a la automoción y el refino vascos

En 2023 las ventas de estos sectores ascendieron a 10.635 millones sobre los 32.644 totales que se atribuyeron a las exportaciones. Y son los capítulos que más se han reducido en el arranque de este año. Según los datos de los dos primeros meses de 2024 publicados por el Instituto Vasco de Estadística (Eustat), un ajuste total de 327 millones. En el caso de los vehículos el bajón ha sido del 28% (con 285 millones menos) y en el del combustible un 23% (con un ajuste de 73 millones. Solo la venta de componentes de automoción se ha salvado de la quema gracias al vigor de otros mercados que han elevado estas ventas un 17% (con 60 millones más).

En conjunto, los datos ahondan una tendencia que da continuidad negativa a los registros del último trimestre del pasado año. La tónica de las exportaciones en el inicio de este 2024 así lo ha evidenciado esta semana con un retroceso del 11,4% en enero y febrero respecto a 2023 y con 643 millones menos. La mitad de ese ajuste es el que se ha cebado con las áreas relacionadas con el automóvil y los combustibles.

Las cifras son una consecuencia del comportamiento económico del motor de Europa. Alemania, Francia, Italia y el ahora extracomunitario Reino Unido sufren en su consumo y en su producción industrial. Y eso se nota en sus compras. Estos países, junto a Estados Unidos, acaparan más del 50% de las ventas de la industria de Euskadi, y el Gobierno vasco hace dos semanas ya descontó estos vientos de sus previsiones de crecimiento para la economía. Así, para este año el 2,1% previsto de aumento del PIB se rebajó por el departamento del consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, a un 1,9%. Un pellizco de algo más de 160 millones que es el importe que se estima costará el frenazo de la producción vasca. Se comprueba una vez más la sentencia de muchos analistas: «Si Alemania se resfría, Europa estornuda». Las previsiones para la economía germana del Gobierno de Olaf Scholz para este año se quedan en un exiguo 0,1%. El dato llueve sobre mojado porque en 2023 Alemania ya se contrajo un 0,3%. La primera consecuencia se ha dejado sentir en la fábrica más grande de Euskadi. La factoría de Mercedes de la capital alavesa, que emplea a más de 5.000 personas, ha confirmado esta misma semana un fuerte ajuste de la producción por la caída en los pedidos. Permanecerá sin actividad desde este martes y hasta el 6 de mayo y, además, los días 10, 17, 24 y 31. Son un total de 17 días. Un anuncio que llega después de que sindicatos y dirección de la fábrica hubieran salvado 'in extremis' el recurso a un ERTE en la plantilla.

Europa acusa la subida de precios y los rigores de unos tipos de interés que buscan rebajar el IPC. Así, mientras los países esperan el alivio en el precio del dinero del Banco Central Europeo (BCE) para este verano, la compra de vehículos se reduce. Es lo que ocurre con las furgonetas alavesas que se destinan al mercado de la zona euro. La demanda baja y los 575 millones de ventas de vehículos de pasajeros de enero y febrero de 2023 se han reducido a 436 este año, un 24% menos. Más aún se ha resentido en el caso de los automóviles para el transporte de mercancías: un 34% es la caída de los 423 millones del pasado año respecto a los 277 de este enero y febrero.

Pero el sector de la automoción, uno de los más importantes de la industria vasca, también aporta luces. Y es que los fabricantes de componentes de vehículos no atraviesan un mal momento. Europa se frena, sí, pero no es la tónica de otros mercados. India o China están presentando un buen comportamiento que ha permitido al sector mundial recuperar números previos a la pandemia. Así, el pasado año se construyeron 90 millones de coches en todo el planeta, lo que supuso recuperar por primera vez los números previos a la pandemia.

Esa actividad se ha notado en importantes compañías vascas como Gestamp o Cie Automotive, que presentaron cifras récord de negocio y beneficios. Desde el clúster de la automoción vasca, Acicae, explican a EL CORREO que esa tendencia se mantiene ya que «los mercados mundiales se están comportando también en este comienzo de año de manera desigual». Así, destacan una caída generalizada en la producción de Europa del 4,5%, mientras que en India y China las subidas son del 5% y del 7,7%. Por su parte, Estados Unidos atraviesa un estancamiento y Brasil una leve bajada.

El combustible es uno de los termómetros que más fielmente miden el estado de salud del consumo, ya que refleja directamente el número de desplazamientos particulares en la sociedad, así como el tráfico de mercancías que sigue teniendo en la carretera y los camiones su principal vector. En Euskadi el impuesto de hidrocarburos se ha resentido hasta febrero un 12,5% con 200 millones, 30 menos que el año pasado. La tendencia en Europa no es diferente y las ventas de hidrocarburos al exterior reflejan un ajuste del 23% con 243 millones que, en su mayoría, reflejan la producción de Petronor, el principal contribuyente de Bizkaia que el pasado 2023 pagó 936 millones a las haciendas vascas.