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El presidente Pedro Sánchez y la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, con los líderes de Cepyme y CEOE. EFE
la cruda realidad

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Miércoles, 13 de junio 2018

La conclusión a la que ha llegado la nueva ministra de trabajo, Magdalena Valerio, después de intentar la reforma laboral, me parece una cruda lección de realismo. Una vez - y van tantas que deberíamos haberlo aprendido todos -, se constata que una cosa es predicar, es ... decir criticar desde la oposición todo lo que hace el gobierno de turno, y otra, bien diferente, dar trigo, es decir elegir entre la soluciones posibles para tratar de solucionar los problemas reales. La ministra se disculpó ante los suyos, dijo que con la mayoría que tuvo Felipe González hubiesen hecho el 155% (¿mentó sin querer al diablo o lo hizo a propósito?) de su programa. Para reconocer a continuación que su delicada posición parlamentaria no le permite muchas alegrías y le hace un «achique de espacios» que hubiera hecho las delicias del flaco Menotti.

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