Las cotizadas vascas elevan un 17% sus ganancias en 2023 y llegan a los 14.120 millones

Son unos números que evidencian que las cosas en 2023 no fueron mal a pesar de la desaceleración de la economía que sufrió Europa y que llevó a Alemania, Francia o a Reino Unido a flirtear con la recesión técnica. Las empresas vascas capearon el temporal gracias a una diversificación importante en los mercados internacionales y al buen comportamiento de los fabricantes de coches. Además, los productores de tubos se beneficiaron de un resurgimiento del sector del gas y el petróleo para hacer frente a la crisis energética provocada por la guerra de Ucrania. Tubos Reunidos elevó sus beneficios un 30%, hasta los 56,5 millones, y Tubacex los duplicó con 42.

Fue en el precio de la energía, precisamente, donde las empresas encontraron el principal alivio para sus gastos. Durante 2023 la luz bajó continuamente, del mismo modo que lo hicieron muchas materias primas tras dos ejercicios de subidas sin precedentes.

En la otra cara de la moneda están los gastos financieros. Estos son los que se dispararon por el impacto de los tipos de interés. La política del BCE para controlar la inflación hizo que a lo largo del año se fuera elevando el precio del dinero. Comenzó 2023 en el 2,5% y llegó en septiembre hasta el 4,5% en el que se mantiene a día de hoy.

Las empresas vascas que cotizan en Bolsa tuvieron que aumentar el dinero que destinan a los costes de financiación y las devoluciones de sus créditos en 532 millones. Supone un alza del 25% y alcanzar un total de 2.694. La mayoría corresponde a Iberdrola que, por su tamaño, cuenta también con más capacidad de afrontar este gasto. Así, la compañía presidida por Ignacio Galán elevó esta partida un 19% hasta los 2.186 millones.

El escenario financiero para las compañías más pequeñas, en cambio, fue mucho más complicado. Exceptuando a la eléctrica, el dinero a pagar créditos se disparó un 50%, hasta los 507 millones. En porcentaje, el mayor crecimiento correspondió a Tubos Reunidos, un 130% hasta 36,5. La compañía afronta un proceso de reestructuración para el que recibió 116 millones de la Sepi. Los grandes fabricantes como Gestamp y Cie también han acusado este fenómeno. La empresa presidida por Francisco J. Riberas elevó este capítulo de gasto un 83%, hasta los 276 millones y, en el caso de Cie, los costes subieron casi un 130%, hasta 86,4.

Los buenos resultados se explicaron también por una mejor gestión y aumento de la rentabilidad. Y es que la facturación total de todas las empresas alcanzó 104.775 millones, un 2,61% más, pero en cambio los beneficios crecieron bastante por encima, el 17%. Quitando el impacto de BBVA e Iberdrola, las ventas ascendieron a 25.900 millones, un 10,6% más, mientras que las ganancias ascendieron a 1.298 millones, un aumento del 19%.