Comprar por internet y el período de desestimiento

Ayer me llegó una chaqueta que compré por internet hace 3 semanas y la verdad no es lo que parecía. Yo pensaba que no podía devolverla porque ya han pasado los 14 días desde que la compré, pero un amigo me ha dicho que sí puedo. ¿Es cierto?

Sí, tu amigo tiene razón. Como dices tú, cuando compras por internet tienes 14 días para cambiar de opinión, puedes devolver lo que hayas comprado sin necesidad de ninguna explicación. Es lo que se llama periodo de desistimiento. Lo que ocurre es que esos 14 días no empiezan a contar desde que haces la compra, sino desde que recibes el producto, por eso tu amigo tiene razón: si recibiste ayer la chaqueta, el periodo de desistimiento comenzó ayer, por lo que si decides devolverla hoy, y lo haces, estás en tu derecho.

Esto se complica un poco más si lo que compras o contratas por internet o por teléfono son servicios como el gas, la electricidad o el mismo teléfono. En este caso el periodo de desistimiento comienza a contar desde el mismo momento en que se realiza la contratación y, por ejemplo, te hacen una grabación telefónica en la que tienes que decir sí a una serie de preguntas o cláusulas. Es ahí cuando empiezan a contar los 14 días para echarte atrás. Y esto es así porque, aunque posteriormente te tengan que enviar un contrato por escrito que deberás devolver firmado, se considera que la celebración del contrato se produce en el momento de la grabación inicial.

Pero ¡ojo! El período de desistimiento tiene sus excepciones y en ocasiones no es válido. Por ejemplo, si contratas suministros telefónicamente, volvemos al gas como ilustración, y comienzas a disfrutar del suministro de forma inmediata, habrás perdido tu derecho a desistir del contrato. Por otro lado, si lo que compras por internet o a distancia tiene un cierto nivel de personalización (ropa con tu nombre, un mueble a medida, etc.) ya no tendrás derecho a echarte para atrás dentro de esos 14 días.

En resumen, si compras un producto el periodo de desistimiento comienza desde que recibes el producto; y si es un servicio, desde que haces el contrato. Pero cuidado, hay situaciones en las que este derecho no está operativo, infórmate bien.