Confebask se queja de los ataques que los empresarios reciben desde estamentos políticos

Tamara Yagüe, hasta ahora presidenta de la patronal vizcaína de empresas del metal, ha sido elegida por Confebask para asumir el liderazgo de la cúpula de representación empresarial en Euskadi, en sustitución de Isabel Busto. El nombramiento se ha producido por designación de la patronal vizcaína Cebek, ya que le correspondía por turno a esta organización, tras los cuatro años que estado en manos de representantes de la guipuzcoana Adegi. Primero fue Eduardo Zubiaurre, que abandonó el cargo por problemas de salud y más tarde de Busto.

«Debemos hacer entender que el legítimo beneficio que obtienen las empresas se traduce en un claro dividendos social, en forma de empleo, inversiones, desarrollo económico e impuestos, lo que a su vez supone más recursos públicos y mayor beneficio social», ha defendido Tamara Yagüe. Así, ha reclamado «un reconocimiento social» al papel del empresario «porque estamos en una época en la que buena parte del discurso político y en medios de comunicación va en sentido opuesto».

La nueva presidenta se ha felicitado de los avances en el diálogo social que, ha remarcado, «nos han permitido estar en un récord de concertación de los últimos años». Se refería así a los «numerosos acuerdos en convenios colectivos» que se han suscrito en Euskadi en los últimos meses. Ha mostrado sin embargo su preocupación por algunos de los problemas que tiene el mercado laboral vasco y a los que no se encuentra solución. Así, se ha referido al problema demográfico y a las dificultades para encontrar determinados perfiles profesionales que demandan las empresas, para recordar que «el 25% de la juventud matriculada en Formación Profesional y el 55% de universitarios eligen grados en materias alejadas a las necesidades de las empresas vascas». También se ha mostrado preocupada por el elevado absentismo laboral, si bien ha anunciado que unos meses habrá una propuesta en la mesa de diálogo social sobre medidas para reducir su impacto.

En torno a la coyuntura económica, Confebask, cree que el año terminará con un crecimiento del PIB del 1,5% -una décima menos que el previsto por el Ejecutivo vasco-, en plena desaceleración, aunque descartan que ello pueda conducir a una recesión. Esto es, a dos trimestres seguidos con tasas negativas de crecimiento. Yagüe admitió que se han superado al menos parcialmente algunos de los problemas gracias a la moderación de precios, también en la energía, pero ha advertido de que no se ha producido una recuperación plena d ellos márgenes empresariales. «En otoño esperamos una cierta ralentización de la actividad, sobre todo industrial», ha concretado.

De cara al futuro, ha abogado por una reconsideración del Impuesto de Sociedades para ampliar las deducciones en materia de investigación y desarrollo, así como en torno a las inversiones que contribuyan a la descarbonización. «No se trata de aportar menos, sino de aportar mejor, a través de una fiscalidad orientada a estimular el crecimiento económico», ha señalado.