Los motores de combustión actuales pueden funcionar con combustibles sintéticos sin realizar cambios.

La Comisión Europea se abre a permitir la venta de coches que usen combustibles sintéticos más allá de 2035

Atiende de esta forma las exigencias de Alemania y contempla una excepción que favorece los planes de Petronor

Martes, 21 de marzo 2023, 16:37

La Comisión Europea ha cedido a las presiones de Alemania, que exigía una importante excepción en el veto a los coches con combustión a partir de 2035. El país pidió que se mantuviesen en el mercado los motores que funcionen con combustibles sintéticos o e- ... fuels y Bruselas ha incorporado esta posibilidad en un nuevo borrador de la regulación, cuyo planteamiento inicial fue rechazado tanto por Alemania como por Italia, líderes en la fabricación de vehículos en la UE.

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El Gobierno vasco también se había alineado con esta posición y reclamado una revisión del veto. No solo están en juego los intereses de la industria de automoción vasca sino el ambicioso proyecto de la refinería de Petronor para producir combustibles sintéticos a partir de la captura de CO2 y de hidrógeno obtenido con energías renovables. El nuevo carburante, que será neutro en emisiones de dióxido de carbono, se puede utilizar ya en los motores actuales, con lo que permite diversificar y no depender exclusivamente de los vehículos eléctricos.

El borrador de la propuesta, avanzado por 'Reuters', sugiere crear un nuevo tipo de categoría de vehículos en la Unión Europea para este tipo de coches, los cuales deberán de incluir una tecnología que impida su funcionamiento en caso de que use un combustible contaminante.

Objeciones a última hora

Esta excepción ofrece una vía para que los fabricantes de automóviles sigan vendiendo vehículos con motor de combustión después de 2035, fecha en la que se prevé que la Unión Europea prohíba la venta de automóviles nuevos que emitan CO2. Después de meses de negociaciones, los países de la UE y el Parlamento Europeo acordaron la ley el año pasado, pero el Ministerio de Transporte de Alemania sorprendió a otros países al presentar objeciones de última hora a la ley, días antes de una votación final que habría hecho que entrara en vigor.

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El 'no' de Alemania e Italia frustró su aprobación e hizo que la presidencia de la UE –que este semestre corresponde a Suecia–, anunciara el retraso del debate.

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