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¿Cuántos de los cerca de 32.000 afectados por ERTE en Euskadi en noviembre cobraron la prestación el 10 de diciembre? Imposible de responder. En el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) no dan los datos, pero su responsable en Bizkaia, Marta ... Gutiérrez del Río, recuerda que, en todos aquellos expedientes en los que hay entradas y salidas de trabajadores, «el informe de actividad con esos calendarios se debe presentar a mes vencido». Con lo que el abono se pospone hasta enero.
«Esa es la regla general», señala, aunque explica que en el caso de la hostelería, que se vio obligada a cerrar el 7 de noviembre, se ha tratado de hacer una excepción para evitar el decalaje, de forma que los negocios pudieran presentar la documentación el mismo noviembre con objeto de que los empleados recibieran el pago cuanto antes. Pero no se sabe hasta qué punto se ha logrado.
Muchos trabajadores se han llevado un buen palo este diciembre, tradicionalmente un mes con muchos gastos, al ver que no les ingresaban la prestación. «Nosotros cerramos totalmente el bar el 7 de noviembre y no he cobrado. No sé qué voy a hacer estas navidades», señala Iñaki, camarero en un establecimiento de Algorta y padre de un chico. María, empleada en unos cines que también echaron la persiana en esa misma fecha, tampoco ha cobrado. La casuística es muy amplia y difícil extraer conclusiones. Habrá que ver qué pasa con diciembre, ya que la actividad, con muchas limitaciones, se recuperó el día 12, y ya se habla de nuevas restricciones.
Los retrasos no se tratan en esta ocasión de un colapso en el SEPE, como en la primera etapa. Más bien al contrario, ese obligación de presentar los informes de actividad a mes vencido se estableció en un real-decreto de junio para poner fin al caos inicial, cuando se quisieron acelerar los pagos de los ERTE. «Se produjeron muchos errores por la diferencia entre lo que se comunicaba y lo que había ocurrido», apunta la directora del organismo en Bizkaia. De hecho, ha sido muy común que los trabajadores en ERTE hayan cobrado de más y hayan tenido luego que devolver dinero, lo que ha provocado no pocos quebraderos de cabeza.
Lo que dice el cambio introducido en verano es que «cuando en un mes natural se alternen periodos de actividad e inactividad, así como en los supuestos de reducción de jornada, la empresa deberá comunicar a mes vencido los días trabajados en el mes natural anterior». Esa declaración de actividad se debe hacer entre el 1 y el 20 del mes siguiente, según apunta Gutiérrez del Río, que también matiza que así se está haciendo en Bizkaia, aunque puede haber diferencias por territorios históricos. A esa modificación se suman otras, ya que al entrar en vigor la prórroga de los ERTE el 1 de octubre, con las nuevas modalidades de impedimento y limitación, se obligó a hacer borrón y cuenta nueva en todos los expedientes, con nueva documentación.
Estos cambios han pillado de lleno a la avalancha de ERTEs que entró en noviembre con el cierre de bares y restaurantes. Según datos del Gobierno vasco, el Departamento de Trabajo tramitó 7.300 expedientes desde el 30 de septiembre al cierre de noviembre, con 38.000 afectados, de ellos 25.000 en hostelería. Sin embargo, Héctor Sánchez, gerente de la Asociación de Hostelería de Bizkaia, asegura que la mayoría de negocios ha tratado de evitar el decalaje con la presentación del informe de actividad el propio noviembre. «Hay asociados cuyos empleados no han cobrado en diciembre, pero el porcentaje solo lo sabe el SEPE», dice.
Las gestorías, que llevan un año de locos a cuenta de los ERTE, consideran adecuado que se presente el informe de actividad a mes vencido porque normalmente hay muchos cambios debido a los continuos saltos en las restricciones . «Al principio se quiso acelerar los pagos y se generó un auténtico caos», señala Guillermo Gumb, presidente del Colegio de Graduados Sociales de Bizkaia y socio del despacho Estudio Jurídico. «Puede haber muchas modificaciones de calendario y si envías una declaración que no se cumple luego es un lío», dice Beatriz González, de Eurotax.
El coste laboral de las empresas vascas se situó en 3.081,42 euros por trabajador y mes durante el tercer trimestre del año, lo que supuso un 0,7% menos que en el mismo periodo de 2019. Según la encuesta del coste laboral publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística, Euskadi sigue siendo la comunidad autónoma con coste más alto, concretamente 556 euros más que el de la media del conjunto de España, que es de 2.525,41 euros, y que registró un descenso interanual del 1,1%.
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