El clúster vasco de la construcción previene sobre el reto de la digitalización y la sostenibilidad

La cita, que se prolongará durante toda la mañana, servirá para «aprovechar los avances desarrollados en el sector», «inspirar a sus profesionales» y ofrecer una «previsión» de cómo será el futuro en la construcción vasca, según ha detallado en su inauguración la directora técnica de Build:Inn, Marian Oregi. Ella ha advertido sobre el impacto de la digitalización, que ya protagonizó 30 de los 70 proyectos que el clúster desarrolló el pasado año. «Para Build:Inn la digitalización es estratégica», ha agregado.

Esta realidad ya ha permeado en las empresas, como en la cementera Rezola, de la compañía Heiderlberg. Su responsable de I+D, Raúl Crespo, ha destacado que en 2021 la firma creó los puestos de director de sostenibilidad y de digitalización como objetivos clave. «Cuando hablamos de sostenibilidad a todos nos viene la idea de la descarbonización, pero no solo es eso. También está la circularidad, la seguridad y la transparencia con los proveedores y la conservación de los recursos», ha resumido Crespo, quien también ha remarcado que para poder constatar estos avances es necesario disponer de un sistema capaz de capturar los datos y justificarlos ante las auditorías a las que están sometidos.

No solo eso, la firma también emplea la tecnología 'blockchain' -una huella digital que puede recoger información sobre la procedencia y distribución del producto- para que sus consumidores puedan acreditar los derechos de emisiones certificados que han adquirido e incorporarlos en sus proyectos.

De esta forma las prácticas sostenibles y los avances tecnológicos se alían contra las normativas que ya se acercan al sector y que se adivinan crecientes. Éste es uno de los motivos de que las empresas «se estén adelantando», ha agregado en el encuentro uno de los responsables de proyectos de Tecnalia, David García, quien también ha señalado que las empresas valorizan en la actualidad estos factores como «elementos diferenciadores».

García también ha recordado que pese a los esfuerzos realizados en trazabilidad, pasaportes digitales y especialmente en los procesos BIM -un modelo digital centralizado que aúna procesos de diseño, construcción y gestión de edificaciones-, «todavía hay un 20% de los residuos de demolición que tienen un destino incierto». La clave, ha insistido García, es ajustar y diseñar un ecosistema digital ajustado a las necesidades propias. «Pueden llegar empresas que han estado trabajando de forma analógica y querer poner sensórica y recoger datos que se les pueden atragantar», ha advertido.

El debate también ha contado con Cristina Rodríguez, directora técnica de la firma Enerblock, incluida en el grupo Viuda de Sainz y dedicada al desarrollo y diseño de proyectos fabricación de componentes. Rodríguez ha subrayado que la digitalización es la única forma de garantizar que la sostenibilidad se lleve a cabo «de una manera eficiente y en etapas tempranas». En la actualidad su implementación permite que cada pieza sobrante sea utilizada en distintos procesos, así como la reutilización de otros elementos para reducir los residuos. «Las exigencias se irán incrementando y esa obligatoriedad ya está empezando a entrar en la rueda del BIM para que no nos pille el toro», ha zanjado.

El CEO de odei.io, Javier Garamendia, ha contado con la primera intervención imaginando el futuro que traerá a la construcción algunas tecnologías ya conocidas como el Chat GPT, el avance del desarrollo computacional, las factorías de actuación remota o la impresión 3D aplicada a la edificación. El ingeniero Alfonso Paz Álvarez ha ilustrado el creciente peso de la digitalización en las firmas, que ya permiten alcanzar «precios más bajos, tiempos más ajustados, mayor trazabilidad y una mejor customización». «El sistema digital no debe funcionar como softwares aislados, sino como algo que debe funcionar en un conjunto, con la información armonizada», ha resumido.