Claves para ahorrar en la próxima declaración de la renta

Quedan tres semanas para fin de año, así que, si no lo hemos hecho aún, este es un buen momento para echar cuentas y ver si se puede aprovechar lo poco que resta de ejercicio fiscal para ahorrar algo en la próxima declaración de la Renta. Conviene aclarar antes que las novedades de la revisión fiscal pactada hace un mes por el PNV y el PSE aún no ha sido aprobada en ninguno de los tres territorios históricos y que, de serlo, se aplicaría a la campaña de 2025 (la que presentaremos en 2026).

Una de las medidas clásicas para que el IRPF resulte más ventajoso es beneficiarse de la reducción en base imponible por aportaciones a EPSV y planes de pensiones. «El límite fiscal de reducción en la base imponible por aportaciones a estos sistemas es de 5.000 euros. Las contribuciones empresariales se benefician de una reducción de 8.000 euros y en caso de coincidir con aportaciones individuales, el límite conjunto es de 12.000. Es posible lograr una reducción adicional de 2.400 euros por aportaciones a sistemas del cónyuge o pareja de hecho si ésta obtiene rentas inferiores a 8.000», resume Ilazki Otaegi, socia del departamento tributario del bufete Garrigues en Bilbao.

Por otra parte, «se espera que antes de fin de año se apruebe una modificación que, con efectos exclusivos para 2024, permita reducir las aportaciones de autónomos a planes de pensiones sectoriales o simplificados y a planes de previsión de empleo con el límite de 8.000 euros», apunta. De aprobarse esta modificación, los autónomos que decidan maximizar sus aportaciones podrán reducir su base imponible hasta el límite máximo de 12.000 euros.

La especialista también matiza que no debe olvidarse que, independientemente de los límites fiscales, a diferencia de las EPSV, las aportaciones a planes de pensiones están limitadas financieramente. El límite es de 1.500 euros, que puede incrementarse en 8.500 euros con aportaciones a planes de empleo y en 4.250 euros con aportaciones a planes de autónomos.

Por último, quienes ya se han jubilado o lo van a hacer en lo queda de año deben recordar que, si bien pueden seguir realizando aportaciones durante tanto tiempo como quieran mientras no inicien el cobro, no lograrán reducciones por las efectuadas tras finalizar el ejercicio fiscal en el que se retiren.

«En caso de compra, se obtiene una deducción del 18% de los importes, hasta un límite de 8.500 euros al año, destinados a la compra o al pago de la hipoteca. La deducción es del 23% para menores de 30 años y familias numerosas. Así, se puede llegar a minorar la cuota a pagar hasta en 1.530 euros, o 1.955 euros en los supuestos bonificados», detalla Otaegi. Si, en cambio, vivimos de alquiler, «la renta anual, hasta un límite de 8.000 euros, genera una deducción del 20%, que se incrementa hasta el 25% para las familias numerosas y hasta el 30% para los menores de 30 años».

Por otra parte, quienes hayan vendido su residencia habitual en 2024 «no tendrán que tributar por la plusvalía lograda si dedican el dinero obtenido a la compra de la que será su nueva vivienda habitual en el plazo de dos años, ya sean antes o después de la venta», añade la experta. Esta reinversión no es necesaria para contribuyentes en situación de dependencia severa o gran dependencia. Para quienes tengan más de 65 años quedarían exentos los primeros 400.000 euros de ganancia y para una única transmisión.

Se pueden también lograr deducciones apoyando a pymes o microempresas de nueva o reciente creación o innovadoras mediante la suscripción de sus acciones o participaciones. «La deducción es del 25% si son compañías de reciente creación y del 35% si son innovadoras o están orientadas a ofrecer servicios a la tercera edad», explica Otaegi.

Con respecto a su venta, «la ganancia patrimonial estará exenta, por lo general, en un 50%, si bien la exención será del 100% en caso de reinversión en este tipo de entidades en el plazo de dos años», explica la experta de Garrigues.

«El proyecto de Norma foral que se encuentra actualmente en tramitación y que se espera se apruebe antes de fin de año extiende a los autónomos la posibilidad de participar en la financiación de actividades de I+D+i y proyectos culturales llevados a cabo por otros contribuyentes a cambio de poder aplicar la deducción generada por estos contribuyentes en la realización de estas actividades» señala Otaegi. En estos casos, se podrá minorar la cuota correspondiente a las actividades económicas hasta un 25%.

Los autónomos adheridos al sistema Batuz tendrán derecho a una compensación del 10% en el IRPF como la que ya gozan quienes implantaron el sistema en 2022 y 2023 si han comenzado a utilizar la factura electrónica durante este año, siempre y cuando lo hayan hecho con al menos seis meses de antelación con respecto a la fecha de implantación obligatoria que según su actividad marque la normativa que el año pasado flexibilizó los plazos.

Por otra parte, el año pasado también se aprobó la extensión a 2024 y 2025 la posibilidad de aplicar en la cuota de IRPF o Impuesto sobre Sociedades la deducción del 30% de los gastos derivados de la implantación de Batuz.

Para limitar el efecto de la inflación, se ha deflactado un 2,5% la tarifa aplicable a la base liquidable general con respecto a la de 2023 y se ha incrementado también en un 2% la reducción por tributación conjunta, la minoración de cuota y las deducciones personales. Además, para determinar del rendimiento neto de las actividades económicas en el método de estimación directa simplificada -normalmente utilizado por autónomos con menor volumen de operaciones-, Otaegi recuerda que «el porcentaje de minoración de la diferencia entre los ingresos y los gastos de la actividad en concepto de amortizaciones, pérdidas por deterioro y gastos de difícil justificación se mantiene en el 15%.

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