Cinco años del contrato social

Rosa Carabel

Domingo, 8 de enero 2023, 00:10

El 2023 aún será un año en el que a las empresas de distribución nos seguirá tocando gestionar las consecuencias de la inflación. Una inflación que no es positiva para ningún eslabón de la cadena de valor, empezando por el productor y terminando por el consumidor. Precisamente una de las claves residirá en conocer el comportamiento de este último. Nos tocará ser flexibles y ágiles a la hora de facilitar el consumo de productos de primera necesidad. Algo que en Eroski llevamos haciendo desde que los datos del IPC comenzaron a escalar, con una importante transferencia de ahorro -183 millones de euros- a los clientes.

Nuestro sector está haciendo un gran esfuerzo por mitigar el perjuicio que la subida de los precios está provocando en las familias y también por garantizar el suministro, ocurra lo que ocurra. Ese gran esfuerzo va contra unos resultados que difieren sustancialmente de las cifras de otros sectores económicos. La distribución es un sector enormemente competitivo cuyos márgenes rondan el 2% y tiene, por lo tanto, escaso margen de maniobra para asumir el impacto de las subidas de costes propias y de los eslabones anteriores. Consideramos, pues, que la imagen que se quiere trasladar sobre los distribuidores de alimentación a través de las declaraciones públicas es realmente injusta.

El contrato social de Eroski con los consumidores cumple cinco años en 2023. Nuestros 10 compromisos saludables y sostenibles constituyen una hoja de ruta que tiene impacto en las políticas, las acciones y los proyectos que desarrollamos. En una mirada más cercana al negocio alimentario, seguiremos haciendo crecer nuestro proyecto cooperativo con la apertura de más tiendas y la consecuente incorporación de nuevos socios y socias para atender las crecientes necesidades de la sociedad.