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CIE Automotive continúa superando con nota los desafíos del mercado. En el tercer trimestre capeó bien el recrudecimiento de la crisis de los chips, pese a la fuerte caída en la producción mundial de vehículos que provocó. Aunque sus resultados se moderaron algo, mantuvo el ... pulso y en el acumulado hasta septiembre presenta un incremento en la facturación del 23%, hasta los 2.456 millones de euros, y un beneficio neto de 206 millones, un 75% más. El grupo de componentes presidido por Antón Pradera está muy cerca de los niveles prepandemia «a pesar del impacto negativo del tipo de cambio» y confía en que «ya ha pasado lo peor» en el problema de los semiconductores.
Según recordó este miércoles el gigante de automoción, el contexto no podía ser más complicado. La escasez de chips se agravó entre julio y septiembre, con lo que se multiplicaron las paradas en las plantas de automóviles y la pérdida de producción. «Hasta septiembre se fabricaron 56 millones de vehículos en el mundo, casi 10 millones menos que en los nueve primeros meses de 2019», señaló el grupo con sede en Bilbao. Pese a a este brutal desplome global, la compañía ha logrado que sus resultados sean similares a los de aquel ejercicio previo a la pandemia.
¿Cómo se las ha arreglado CIE? Una de las claves es su posicionamiento en mercados emergentes como el indio, que han resistido mucho mejor que Europa o Estados Unidos. «La caída de las ventas en el tercer trimestre fue del 2%, y se concentró en septiembre, frente a un retroceso del 19% en el mercado global», explicó la directora de Desarrollo Corporativo, Lorea Aristizabal, en una conferencia con analistas.
Aparte de contener el retroceso en ventas, el grupo ha sabido proteger sus márgenes. «Tenemos cláusulas de 'pass-through' para trasladar el incremento de los costes de las materias primas a nuestros clientes y el precio de la energía apenas supone entre un 3% y un 4% de las ventas; no somos electrointensivos. Por otro lado, el 90% de nuestros proveedores son locales, con lo que no estamos tan expuestos a la subida de los fletes», apuntó la directiva. Gracias a estos blindajes, el resultado bruto de explotación del grupo (Ebitda) acumula un incremento del 53% hasta los 434 millones de euros, lo que supone un 17,7% sobre ventas.
Las perspectivas, además, son buenas porque CIE confía en que «lo peor de la crisis de los semiconductores ha pasado», tras recuperar Malasia el 100% de su producción. «Somos moderadamente optimistas. La consultora IHS Markit espera crecimientos del 11% en los dos próximos años y recuperar el nivel prepandemia en 2023», subrayó Aristizabal. Según estos cálculos, este año se producirían 74,8 millones de vehículos, 83 el que viene y 92 millones en 2023.
La Bolsa premió esta evolución, con una subida del 2,4% en la cotización. «CIE ha vuelto a batir al mercado. Lo ha logrado al estar posicionado en mercados como el indio o el brasileño y también con un buen control de los costes», explicó Ander Peña, analista de Norbolsa.
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