Un centenar de vascos declaran criptomonedas por más de 50.000 euros

Esa es la cantidad total de los modelos informativos 721 presentados a las haciendas forales para aportar una 'fotografía real' sobre la tenencia de criptoactivos. Este año se ha presentado por primera vez, con relativo éxito. Únicamente han declarado sus carteras virtuales 30 vizcaínos, 82 guipuzcoanos y tres alaveses.

Hasta ahora solo se recogían los datos de pérdidas o ganancias sobre criptomonedas -en clave de otro tipo de activos- en el IRPF. Como ocurre en la bolsa, debían tributar al cerrar su posición. Dentro de esta modalidad, incluso en la provincia vasca donde más se reconoce poseer esta divisa, en la pasada campaña sólo detallaron sus operaciones 277 guipuzcoanos. Por ponerlo en negro sobre blanco, se trata del 0,06% de todos las declaraciones presentadas en esta región. Esta escasez es en parte culpa de un desconocimiento generalizado sobre su obligación, al menos por parte de los inversores más modestos.

Los datos tributarios parecen chocar con la encuesta sobre monedas digitales que el Banco de España publicó el año pasado. El estudio calculaba que un 3,97% de la población vasca había invertido en ellas, es decir, 74.000 personas. En todo caso, eso sí, ahora las haciendas vascas podrán cotejar la nueva información con la obtenida de intermediarios, empresas y agentes comercializadores de criptomonedas. Las empresas dedicadas a estas divisas y ubicadas en España también están obligadas a presentar sus operaciones (cuentan con los modelos 172 y 173), para reclamar las ganancias a los clientes vascos a través del IRPF.

Los todavía pobres datos fiscales no discuten el atractivo de las criptomonedas más populares como el bitcoin, que en la actualidad ronda los 90.000 euros (hace dos semanas superaron los 100.000), o el ethereum, que sobrepasa los 3.000. Varias entidades financieras han presentado ya su documentación ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores para comenzar a operar con criptomonedas, amparadas en la normativa europea MiCA (Markets in Crypto Assets) que acaba de entrar en marcha para regular la emisión y prestación de servicios relacionados con criptoactivos.

Es el caso del BBVA, donde reconocen que llevan «más de siete años explorando el potencial de la tecnología blockchain y la tokenización de activos». La entidad ya fue pionera cuando apostó por las transacciones en criptodivisas que lanzó en 2020 en Suiza, al ser un país con «un sistema blockchain muy avanzado y donde existe una regulación clara», o su exploración en la nueva plataforma de Visa para emitir activos tokenizados. Ahora pone la mira en la custodia y 'trading' de activos digitales en otras geografías. «La extensión de este servicio a nuevos países u otro tipo de clientes dependerá de si los mercados cumplen las condiciones adecuadas en cuanto a madurez, demanda y regulación», destacan.

Kutxabank también se lanza al mercado cripto para ofrecer el servicio a sus clientes, aunque evita dar fechas de cuándo lo pondrán en marcha. Eso sí, tienen claro que su oferta irá dirigida a clientes en general a través de su plataforma digital. En Openbank, dentro del Grupo Santander, son aún más escuetos y rechazan hacer comentarios aunque también hayan presentado sus planes a la CNMV y ya ofrecen la posibilidad de invertir a través de fondos relacionados que cotizan en Alemania.

Por su parte, CaixaBank reconoce que estudia lanzar servicios de criptoactivos para España en 2025, dentro del marco de la MiCA. Allí adivinan ya un público potencialmente interesado, el de «jóvenes inversores con interés en la tecnología y la innovación».