El campo vasco se suma hoy a las protestas para denunciar una «estructura que lo hace inviable»

Karlos Ibarrondo, del sindicato Enba, verbaliza la situación señalando que «gracias a las ayudas del Gobierno vasco y las diputaciones se salvaron muchas actividades, pero ha sido algo puntual porque los problemas de fondo siguen ahí, una estructura que hace inviable nuestra actividad».

En la última década, las 5.448 explotaciones de vacuno que había en Euskadi son hoy 4.805. Y de 6.000 granjas en Bizkaia, solo 700 tienen titulares dedicados en exclusiva a la ganadería. Desde el sindicato agrario alavés, Uaga, señalan las mismas razones para explicar que la edad media de los titulares de una actividad sea de 58 años y que, además, ocho de cada diez no sean propietarios de la tierra que cultivan, con lo que deben pagar una renta por ella.

No parece la mejor situación para el sector que alimenta a los vascos y que con su producción ya solo cubre el 30% de la carne que se consume en Euskadi y el 9% en el caso de las frutas y verduras. El ruido de los tractores en Francia, que está llegando ya a diversos puntos de España, se ha convertido en la ocasión perfecta que los baserritarras van a utilizar para insistir en sus demandas más estructurales. Así lo han entendido los sindicatos agrarios vascos Uaga, Ehne y Enba, que han convocado para hoy las primeras concentraciones en Álava.

Unas protestas que arrancarán con marchas desde diversos lugares de la provincia hasta el polígono industrial de Júndiz, en Vitoria, donde pasarán la noche. Es justo donde tienen su sede dos de las plataformas logísticas más importantes del País Vasco, una de Eroski y la otra de Mercadona. Mañana acudirán frente a la sede del Gobierno vasco en el vitoriano barrio de Lakua. Y el viernes Ehne y Enba han convocado desde las nueve de la mañana diversas tractoradas que llegarán hasta el Ayuntamiento de Bilbao.

En Gipuzkoa, en cambio, han desechado secundar estas movilizaciones. La diferencia de posiciones evidencia también la falta concreta de peticiones que realizar a las administraciones vascas, cuyas competencias quedan muy lejos del ámbito en el que se deciden las claves del problema.

Una de ellas es la entrada de competidores de países en vías de desarrollo que pueden poner la carne, la verdura o el cereal a un precio mucho más competitivo que el productor vasco al no cumplir exigencias de sostenibilidad. Es una de las consecuencias del tratado de libre comercio que agrava también la diferencia de precio entre lo que recibe el productor y el punto de venta al cliente.

Ese salto, según el observatorio del Gobierno vasco, llega al 267% en la carne, el 313% en la merluza, un 237% en la leche o un 413% en la alubia pinta. La brecha es más acusada si se atiende además a que más del 60% de la producción se vende a grandes superficies. Eso, junto a los problemas burocráticos que ha generado la reforma de la Política Agraria Común (PAC) de la UE, son el tríptico de las lamentaciones de ganaderos y agricultores.

Desde el Gobierno vasco señalan que «comprenden» la situación y que tratan de responder a las necesidades con diversas líneas de ayudas, que junto a la aportación de las diputaciones han alcanzado esos 60 millones entre 2022 y 2023. El Gobierno foral alavés, donde se concentra toda la agricultura cerealística de Euskadi, explica que han acelerado las tramitaciones para la devolución del IVA y que mantienen la compensación de hasta el 70% del 'forfait' de gastos no justificados.

Se trata de una herramienta que amortigua el impacto de los costes extraordinarios. Precisamente mañana, las Juntas Generales de Gipuzkoa aprobarán mantener esta medida y extenderla hasta el 90% para las rentas inferiores a 30.000 euros. Solo Bizkaia tiene decaída esa ventaja, pero analiza acontecimientos.

La foto de Euskadi es la siguiente: Álava es el granero y centra prácticamente toda la explotación de cereal con 142.000 toneladas de trigo, 119.000 de remolacha y 114.000 de cebada. La ganadería se reparte de forma más equilibrada entre los tres territorios con predominancia del vacuno para carne y cerca de 40.000 cabezas en cada provincia. En Bizkaia y Gipuzkoa el peso de la agricultura es mucho menor -un 20% del sector primario- y se centra en productos de la huerta, como pimiento, tomate o lechuga. La apuesta por el 'label' ha minimizado algo el impacto. En fruta destaca la fuerte producción de kiwi que se da en Bizkaia.