CaixaBank comienza su entrada en la red de sucursales de la antigua Bankia

Asimismo, mañana martes también tendrá lugar la primera cita entre la dirección del banco y los representantes sindicales, en el marco de una fusión en la que hay que redimensionar la red de oficinas y la plantilla. Se estima que será el mayor ajuste laboral de los realizados hasta el momento en el sector, incluso superior al que hubo que hacer en Bankia en el saneamiento tras su intervención, en que tuvieron que salir unos 5.000 trabajadores. La nueva entidad supera los 50.000 empleados y aunque la dirección aún no ha adelantados las dimensiones del ajuste de personal que habrá que realizar, fuentes del sector estiman que podría afectar a un 10% o 15% de la plantilla, o que llevaría las cifras a niveles próximos a los 8.000 trabajadores.

Tras la adquisición de Bankia, el nuevo CaixaBank pretende obtener 1.000 millones de euros en sinergias al año antes de impuestos, a través de 770 millones de euros en ahorros de costes y 290 millones de euros de ingresos extra al llegar a la base de clientes de la entidad absorbida.

Desde posiciones sindicales se aboga porque el ajuste se canalice a través de prejubilaciones y bajas incentivadas, mientras que tanto el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, como el presidente ejecutivo, José Ignacio Goirigolzarri, abogaron en su momento por buscar otras fórmulas «creativas» e innovadoras.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) dio luz verde a la absorción pero estableció una serie de compromisos correctores para reducir la excesiva concentración en determinadas provincias. Aunque no las citó el solapamiento de sus sucursales es notorio en Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía o Baleares.

Los bancos ven cómo múltiples agentes -como las grandes plataformas de internet, las nuevas empresas de base tecnológica 'fintech' o las financieras de seguros y distribución- están disputando el negocio financiero tradicional, por lo que Caixabank ha decidido también diversificar e ir hacia sectores no financieros.

Ahí el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, espera que los nuevos negocios aporten al grupo hasta 100 millones de euros al año, en referencia al alquiler de vehículos o venta de televisores y smartphones. En un contexto de tipos de interés ultrabajos -en que desde 2016 el euribor está en negativo - el negocio en si de las entidades no es sostenible y necesita nuevos ingresos.