Ahora, cuando lo fiamos todo a la rápida distribución de las vacunas, repetimos el mismo error ya cometido hace un año cuando apareció el virus. No me refiero al problema sanitario en sí, sino a la pura gestión de acopio y distribución de los materiales ... necesarios para luchar contra él. Si entonces no llegaban las EPI, los guantes, las mascarillas o los respiradores, ahora nos faltan vacunas y cuando las tenemos nos falta capacidad de inoculación. Me parece que todo ello es debido a que nuestros dirigentes -con carácter general y con muy escasas excepciones-, carecen de las aptitudes mínimas necesarias para gestionar el acopio de los materiales requeridos y su correcta puesta a disposición de los ciudadanos.

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No es que no sepan gestionar pandemias, que eso igual no sabía nadie al menos cuando aparecen en estas dimensiones, sino que simplemente no saben gestionar. Punto. Al principio, cuando se trataba de las EPI y los guantes se decidió, de manera temeraria pero voluntaria, prescindir de aquellos que sabían y podían gestionar. Empresas que diariamente compran, almacenan y distribuyen millones de productos en miles de puntos de venta. Me refiero a los Inditex, Mercadona, Eroski y tantos otros. No estaban habilitados administrativamente, pero si capacitados operativamente. Pero claro, ¿Cómo iba Pablo Iglesias, por mencionar a alguno, a pedirle a Amancio Ortega, por citar a otro, que le ayudara a gestionar lo que era evidente que él o Salvador Illa no sabían gestionar? Hubiese sido un esfuerzo excesivo de humildad y un acto de reconocimiento de las propias limitaciones por parte de alguien, como él, que carece de limitaciones.

Una vez que hemos basado en ellas la mejor esperanza de terminar con la pandemia y con la crisis que arrastra tras de sí, la distribución rápida y general de las vacunas se ha convertido en el problema más acuciante del momento actual. Pues mala suerte. Esta vez ha fallado la administración europea. Parece evidente que teníamos una opinión equivocada de ella. Sabíamos que era pesada y cara, pero la suponíamos bien engrasada y altamente eficiente. Pues no, la Comunidad Europea ha mostrado a las claras un elevado nivel de ineficiencia. Teníamos necesidad y disponían de dinero más que suficiente, pero el sistema de contratación ha resultado nefasto. Ridículo si lo comparamos con el británico y absurdo si lo hacemos con el de los Estados Unidos. Hay más ejemplos en el mundo para ponernos colorados.

La Unión Europea ha mostrado a las claras un elevado e inexcusable nivel de ineficiencia

En los EE UU el presidente Trump -lo siento-, organizó la Operación Warp Speed como colaboración púbica privada para facilitar y acelerar el desarrollo, la fabricación y y la distribución de vacunas y diagnósticos contra la Covid-19. La operación se aprobó en fecha tan temprana como marzo de 2020 y el Congreso la dotó con 10.000 millones de dólares. Apoyaba al I+D de los laboratorios y a los fabricantes de vacunas; mejoró los sistemas de homologación y los plazos de los permisos de la FDA; facilitó la fabricación de vacunas mientras estaban preaprobadas y en proceso de validación clínica y coordinó con el Departamento de ¡Defensa! el suministro, la producción y el despliegue de vacunas por todo el país. Es decir, la administración en la parte legal, las empresas en la parte productiva y la logística militar juntas y en apoyo del sistema sanitario. Resultado: han creado en marzo 916.000 empleos.

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Por el contrario, en la UE, se prefirió encargar el proceso a una cuadrilla de funcionarios expertos en complicarlo todo y en embarullarlo bajo una montaña de trámites administrativos. El resultado final resulta sonrojante. Allí, hay ya bastantes más de 100 millones de personas vacunadas, a ritmos superiores a los dos millones diarios, mientras que en Europa ningún país ha logrado cumplir sus compromisos de vacunas de los mayores de 80 años o del personal sanitario.

Es posible que hayamos comprado las vacunas a mejores precios que ellos y es probable que lo hayamos hecho con mayor seguridad jurídica, pero ¿Puede pensar alguien de verdad que el precio de las vacunas es hoy la variable sustancial? Claro que no lo es, aunque solo sea por el coste añadido en vidas humanas y gasto sanitario extra que hemos cometido con tan enorme retraso. Con tan inexcusable ineficacia.

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