Anuncio de ERTE para los 315 estibadores el día que se reanudan las negociaciones

Los sindicatos –Coordinadora, UGT, ELA, LAB y Kaia–, que se avinieron a poner fin a los paros al abrirse la mesa de negociación, dijeron no tener suficiente información del ERTE como para poder valorarlo. «Desde luego, no ayuda nada», señalaron. El comunicado de Bilboestiba no era muy amplio. Tan solo manifestaba la intención de «iniciar un procedimiento colectivo de suspensión temporal de contratos de trabajo por causas objetivas». También señalaba que «la presente medida afectará, tentativamente y sin perjuicio de lo que pudiera pactarse durante el periodo de consultas, a los 315 trabajadores del centro».

Fuentes de la sociedad justificaron el ERTE como «el resultado de 57 días de huelga, en los que no ha habido facturación suficiente y, sin embargo, la empresa ha tenido que hacer frente a prácticamente la totalidad del coste salarial de la plantilla.». Esgrimieron, asimismo, que «el incumplimiento de los servicios mínimos ha hecho que los barcos demoren sus estancia en el puerto a 5-7 veces su tiempo habitual». En definitiva, su argumento se apoya en las pérdidas millonarias sufridas en los dos meses de paro. «Cuando los tráficos vuelvan tras cerrarse satisfactoriamente la negociación, se supone que se volverá al pleno rendimiento», añadieron.

En el comunicado, Bilboestiba convoca al comité a una reunión el 21 de diciembre para la «apertura formal del procedimiento» del ERTE, con lo que estas negociaciones van a transcurrir en paralelo a las fijadas en la hoja de ruta programada por la Dirección General de Trabajo. El calendario prevé dos etapas, con reuniones bilaterales que darán paso a encuentros tripartitos, el primero de los cuales será el 22.

Ayer se celebró a la tarde la primera reunión entre las dos partes en el Consejo vasco de Relaciones Laborales (CRL). Se debatió pasar a 250 turnos al año por estibador y también se habló del calendario de descansos. Pero el diálogo se trabó al exigir los sindicatos garantías de ocupación. Y es que el foco del conflicto está en que las empresas han dejado claro que las tareas complementarias quedan por ley fuera de la órbita de la estiba y esas labores suponen el 33% de la carga de trabajo que ahora desempeñan los estibadores, los 315 fijos y el centenar de eventuales de la ETT Randstad.