Muere Jaime Botín, histórico banquero y expresidente de Bankinter

En noviembre de 2021 los medios de comunicación ya se hicieron eco de la batalla que Jaime Botín-Sanz de Sautuola libraba contra una enfermedad «con padecimientos incurables». Exvicepresidente de Banco Santander y expresidente del Consejo de Administración de Bankinter, entidad que fundó en 1965, el hermano pequeño de Emilio Botín ha fallecido hoy jueves en Santander a los 88 años rodeado de su familia.

Nacido en la capital cántabra, de niño estudió en el Colegio de la Inmaculada, en Gijón, junto a Emilio. Jaime luego se licenciaría en Derecho por la Universidad de Valladolid y en Económicas por la Universidad de Deusto. Su carrera profesional transitó más tarde por Banco Santander. Pero su nombre ha ido siempre ligado a Bankinter, entidad que fundó.

Al Santander llegó en 1960 como consejero. Y solo cinco años más tarde, en 1965, se lanzó a poner en marcha Bankinter como primer consejero delegado. Sin embargo, nunca desató sus lazos con el primer banco familiar y en 1986 todavía era vicepresidente del Santander. Además, fue presidente del Consejo de Administración de Bankinter hasta 2002. En 2004, justo hace 20 años, le dijo adiós a todas sus responsabilidades en el mundo financiero.

En el ámbito personal, destacó siempre su amor por el arte, que se tradujo en una intensa actividad como coleccionista. De hecho, el día que el Centro Botín cumplía su primer aniversario se pudieron ver en público las obras que cedió (parte de su colección). Eligió para que pudieran ser admirados por todos los que pasan por este icono ocho retratos del siglo XX: son un Matisse, un Bacon, un Gris, un Sorolla, un Vázquez Díaz, un Nonell, un Gutiérrez Solana y un Gutiérrez Cossío.

ese a la discreción que, como hombre de negocios, hizo gala toda su vida, su amor por el arte le puso de forma virulenta bajo los focos en la que terminó convirtiéndose en la polémica de su vida y la que motivó, en negativo, la mayor parte de sus apariciones en prensa.

Toda la culpa fue de un cuadro de Picasso titulado 'Cabeza de una mujer joven'. Después de un largo proceso judicial, el banquero santanderino fue condenado a tres años de cárcel y a pagar una multa de 52,4 millones por un delito contra el patrimonio histórico. ¿Su culpa? Haber sacado de España sin permiso el valioso cuadro valorado en 26,2 millones, burlando una prohibición expresa del Ministerio de Cultura.

Botín había hecho ya frente a una multa de casi 92 millones de euros por el contrabando del cuadro, que fue hallado en una goleta de su propiedad cuando pretendía llevarlo de Córcega a Londres para subastarlo. La suspensión de la pena de cárcel fue adoptada por el Juzgado de lo Penal número 28 de Madrid tras conocer la evaluación del médico forense adscrito al juzgado. Tras su largo periplo, 'Cabeza de una mujer joven', la tela pintada por Picasso en Gósol (Lérida), se expone en el Museo Reina Sofía.

Hubo también otras polémicas que le llevaron a ocupar titulares. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) llegó a la conclusión de que el banquero había cometido una «infracción muy grave» al ocultar, hasta mediados de 2010, una parte de sus acciones en Bankinter, y por ello decidió proponer al Ministerio de Economía que le impusiera una sanción, que terminó siendo de 700.000 euros. El motivo: que no declaró al mercado una participación de aproximadamente el 8% del total del 24% del capital que poseía de Bankinter.

En estos últimos años de su vida, Jaime Botín se ha prodigado lo justo socialmente. Deja detrás una larga familia: de su matrimonio con Belén Naveda nacieron ocho hijos de los que sobreviven cinco (Gonzalo, Alfonso, Marcelino, Lucrecia y Marta Botín Sanz Sautuola Naveda). Cuando se divorció de Belén Naveda, se esposó en segundas nupcias con Adela Bermúdez

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