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Grifols se aferra a la venta de su filial china para reducir deuda

El mercado sigue sin confiar en los planes de la compañía y su cotización apenas repuntó un 0,25% este lunes

Lunes, 15 de enero 2024, 11:12

Grifols sigue sin dar en la tecla para recuperar la confianza del mercado. La compañía es consciente de que el informe de Gotham City ha reactivado las alarmas en torno a su abultado endeudamiento. Y que la venta del 20% de su filial china es ... clave para afrontar el pago de sus próximos vencimientos, especialmente en 2025, año donde la cifra ascenderá a 2.900 millones de euros, según datos recopilados por los analistas de Bankinter.

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«Ante la preocupación sobre cómo puede afectar el informe» a la venta de la filial, la firma remitió un nuevo comunicado a la CNMV en la noche del domingo en el que indicaba que se ha puesto en contacto con el comprador, Haier Group, que manifestó su apoyo a la empresa reafirmando que «continuamos trabajando en cerrar el acuerdo tal y como estaba planteado originalmente».

Ambas partes esperan cerrar en la primera mitad de 2024 esta operación, que reportará 1.600 millones a Grifols. El resto de los pagos se afrontaría con tesorería, pero los analistas recuerdan que en 2021, 2022 y los nueve primeros meses de 2023 «su 'cash flow' (flujo de caja) fue negativo». «Como hemos recordado en varias ocasiones recientes, la ratio de endeudamiento es 9 veces el ebitda y los vencimientos de la deuda pueden convertirse en un problema», indican los analistas.

Fuentes del mercado consideran que esto podría derivar en una difícil situación en la que la compañía no logre cumplir su objetivo de pagar y refinanciar en efectivo, lo que podría derivar en otro tipo de soluciones como más ventas de activos. «Tendrá que actuar muy rápido si no quiere que los oportunistas tomen posiciones y esto acabe derivando en fondos que se convierten en grandes acreedores con capacidad de obligar a la firma a una reestructuración», advierten.

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Pese al respaldo mostrado por el comprador, los inversores prefieren de momento mantenerse al margen del valor. Sobre todo a la espera de conocer la documentación que la empresa debe remitir a la CNMV en un plazo de diez días a contar desde el pasado miércoles. Tras dejarse cerca de un 40% en la peor semana bursátil de su historia como cotizada, sus títulos se movieron este lunes entre el rojo y el verde, para cerrar finalmente con una tímida subida del 0,25% hasta los 8,89 euros.

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