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Las bajas cotizaciones de los autónomos y la necesidad de ajustarlas a sus ingresos reales es un debate abierto que resurge cada cierto tiempo. Ayer volvió al primer plano después de que se especulase con un borrador para una posible reforma del Ministerio de Inclusión, ... Seguridad Social y Migraciones, dirigido por José Luis Escrivá, quien ya apuntó el mes pasado ante la Comisión del Pacto de Toledo que trabaja con la Agencia Tributaria para establecer un nuevo sistema. Las asociaciones de autónomos pidieron que se negocie con ellas y ATA, en concreto, advirtió de que «no es el momento» de elevar las cuotas a un colectivo «asfixiado».
Los datos reflejan claramente el desajuste que hay en la cotización de la autónomos, donde unos sufren para pagar la cuota de 286 euros al mes mientras que otros muchos cotizan por ese mínimo, correspondiente a una base de 944 euros, pese disponer de ingresos elevados. La clave está en que en este colectivo ellos mismos eligen cuánto quieren pagar a la Seguridad Social y la inmensa mayoría se decanta por el mínimo. En concreto, el 76,7% de los trabajadores por cuenta propia en Euskadi lo hacen así, un porcentaje que se sitúa por debajo del 85% nacional.
944 es la base mínima. Se le aplica una tasa del 30,3% lo que arroja una cuota de 286 euros.
El registro del ministerio, con fecha del cierre de junio, se refiere solo a los 79.648 autónomos personas físicas que se contabilizan en Euskadi, lo que deja fuera a los autónomos societarios (dueños y administradores de sus propias empresas) y a los cooperativistas, que elevan la cifra total del colectivo a 168.840 personas.
Obviamente, esa baja cotización supone una menor pensión. De hecho, la prestación media por jubilación que cobran los autónomos en Euskadi es de 926 euros frente a los 1.652 del régimen general. Pero aún así a muchos autónomos les salen las cuentas. La propuesta del ministerio, según una cadena radiofónica, consistiría en un sistema de tramos que supondría un descuento del 50% a los que ingresan menos de 12.000 euros e incrementar la cuota progresivamente a los a que cobran más de 25.000.
La principal asociación del colectivo, ATA, expresó su rechazo a plantear esa reforma en las actuales circunstancias. «No vamos a apoyar ningún cambio en el sistema de cotización de los autónomos que implique un aumento de las cuotas. Ni es el momento ni pueden los autónomos, que están asfixiados», señaló su presidente, Lorenzo Amor.
desequilibrio
ATA advirtió también de las dificultades técnicas puesto que los datos de rendimientos netos de 2019, los únicos disponibles, se aplicarían para calcular las cuotas en 2021, obviando el efecto del Covid en 2020. Según sus cálculos, un 70% de los autónomos verían subir su cuota.
Más positivo, el presidente de UPTA, Eduardo Abad, aplaudió la reforma que ellos mismos reclaman desde hace tiempo, aunque exigió pactarla. Según explicó, el actual sistema «es injusto», pues los autónomos menos pudientes salen perjudicados al tener que hacer un gran esfuerzo, mientras que «700.000 trabajadores por cuenta propia cotizan por debajo de sus posibilidades».
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