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Este 2023 no solo trae novedades económicas en materia fiscal, también entra en funcionamiento el nuevo sistema de cotización para los trabajadores autónomos, basado en los ingresos reales. La principal novedad es que ya no se podrá elegir la base de cotización, entre la mínima ... y la máxima, con independencia de la renta obtenida por el afiliado en el ejercicio económico, sino que deberá ajustarse a los rendimientos netos reales. Así, la mayoría de los autónomos vascos se verán beneficiados por este nuevo sistema. En concreto, un total de 111.250 autónomos de Euskadi verán rebajadas sus cuotas respecto a las que abonan en estos momentos, según ha podido saber este periódico.
Supone que prácticamente siete de cada diez (66%) autónomos que había en Euskadi a cierre de año verán disminuida su cuota. Son aquellos que declaran ingresos inferiores a 1.300 euros. Hay que tener en cuenta que en el País Vasco había a 31 de diciembre 168.995 autónomos, de los cuales 7.550 cotizan, pero sin realizar ninguna actividad. Por lo tanto, los autónomos con ingresos ascienden a 161.445.
Aproximadamente, otros 12.000 autónomos no sufrirán ninguna variación en sus cotizaciones con las nuevas tablas. Se trata de aquellos cuyos ingresos oscilan entre los 1.300 y los 1.700 euros, lo que supone el 7,1% del total.
Y finalmente, está el grupo de los que más declaran, aquellos cuyos ingresos van entre los 1.700 y más de 4.050 euros al mes, para quienes el nuevo sistema les sale más gravoso. En Euskadi hay alrededor de 32.200 autónomos en esta franja, que representan el 19% del total.
Además, hay otro grupo, el de los autónomos societarios que declaran ingresos por debajo del SMI y que ascienden a 22.800. En este caso se requiere un análisis más profundo para determinar en qué medida les afecta.
La nueva tabla de cotizaciones contempla los tramos y las cotizaciones que tendrán que abonar los próximos tres años -a partir de 2023-, en vez de nueve como pretendía en un principio el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá. E incluye cuotas que oscilarán entre los 230 euros y los 500 -frente a los 1.125 de máxima que planteó en un inicio- e irán modificándose gradualmente cada año desde la posición de partida del próximo ejercicio. Así, los que ingresan menos de 670 euros abonarán el próximo año esos 230 euros y 200 en 2025. En el caso del tramo más elevado, los que superan los 6.000 euros al mes, será a la inversa, empezarán abonando 500 euros y terminarán con 590.
UPTA-EUskadi
Desde UPTA Euskadi, su portavoz, Silvia Martínez, valora de forma positiva los cambios. «Estamos contentos porque al final se ha logrado que los autónomos coticen por sus ingresos reales. Llevamos cinco años luchando por que se hiciera esta reforma», remarca, satisfecha por el resultado, aunque apunta que se tenía que haber hecho antes.
Silvia Martínez indica que el acuerdo final «se acerca bastante a lo que planteábamos nosotros. Defendíamos que se les rebajara más a los que menos ingresan, pero todos nos hemos dejado pelos en la gatera». Y es que apunta que es muy difícil que con unos ingresos inferiores a 670 euros puedas hacer frente a una cuota de la Seguridad Social de 230 euros.
Eso sí, se muestra satisfecha porque las nuevas tablas supondrán que la mayoría de los autónomos vascos «tendrán que pagar menos», dice. Y máxime, recuerda, en un momento en el que los autónomos no se han recuperado todavía del impacto de la pandemia, que ha tenido una gran incidencia en este sector.
Los autónomos podrán cambiarse al año hasta seis veces de tramo y regularizar al acabar el ejercicio en función de sus ingresos reales. Además, podrán deducirse un 7% de los gastos sin necesidad de justificarlo.
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