Cie Automotive arranca el año con unos resultados récord pese a la caída del mercado

Pradera ha presumido de estos resultados durante la junta de accionistas celebrada en Bilbao, en la que ha destacado el mérito de lograrlos cuando se ha producido «una caída de casi el 5% de los volúmenes producidos y con un escenario generalizado de inflación de costes». A pesar de este desafío, se ha obtenido «récords en todos los parámetros». La facturación creció un 11% hasta los 972 millones de euros.

Según ha explicado el consejo delegado, Jesús María Herrera, la clave del éxito está en «la diversificación» y también en el control de los costes, ya que se está logrando pasar buena parte del incremento a los fabricantes. «Las materias primas se pasan al 100% y en energía estamos trasladando en torno al 70-75%», ha detallado. Por otro lado, ha añadido Pradera, los problemas de oferta por la escasez de chips han hecho que las marcas eleven precios y se concentren en los modelos que dejan más margen. «La demanda está fuerte y poco sensible al precio», ha asegurado.

Los responsables de Cie han expresado su frustración por el hecho de que la cotización no esté reflejando estos buenos resultados en su justa medida y se le esté castigando como al resto del sector. Por esta razón, han dicho, se ha procedido a comprar acciones de la compañía con el objetivo de llegar al 5% en unos meses, tras invertir unos 150 millones. Después las amortizarán, lo que hará elevar su precio.

En relación a las perspectivas, Pradera ha reconocido que las previsiones para el conjunto del mercado han empeorado como consecuencia del impacto de la guerra en Europa y los nuevos confinamientos en China. De esta forma, si antes se esperaba un crecimiento del mercado entre el 10% y el 11% los a nivel mundial, ahora la expectativa se ha rebajado a entre el 4% y 5%. Solo se llegará, por tanto, a unos 80 millones de vehículos, lejos de los 89 de antes de la pandemia. Además, no se espera una normalización en la provisión de chips hasta 2023.

Sin embargo, Cie sigue confiada en su capacidad para batir la evolución general y espera llegar a los 4.000 millones de ventas este año, lo que supondría un incremento superior al 20%. Pradera ha insistido en la idea de que «la demanda supera la oferta por lo que se puede mejorar el posicionamiento en precio y eso nos hace tener buenas perspectivas».

Por otro lado, el grupo ha expuesto su plan estratégico para 2025, cuando se espera llegar a los 500 millones de beneficio neto. Para llegar ahí planea invertir 1.000 millones de euros en el crecimiento orgánico, con especial foco en India, China, México y Brasil. Dispone, además, de 1.500 millones para posibles compras. «Siempre estamos mirando», ha dicho Pradera, que ha recordado que desde su nacimiento hace 25 años se han adquirido 100 firmas. Ahora el grupo es un gigante con 25.000 empleados en todo el mundo.