Arranca el nuevo Renove vasco tras un desplome del 43% en las ventas de coches en mayo

Ante la negativa evolución del año, debido en gran medida a las restricciones a la movilidad por las sucesivas oleadas de contagios, el sector había estado reclamando un nuevo plan Renove como el de 2020, que ayudó a amortiguar el golpe del Covid. Por fin el Gobierno vasco anunció a principios de mayo su intención de atender esta demanda y sacar una nueva edición, aunque ya ha avisado que será la última en la que se incluyan ayudas para los motores convencionales de diésel y gasolina.

El plan, dotado con 5 millones, pretende ayudar a renovar 2.500 vehículos y exige que se achatarre un coche antiguo, que en el caso de ciudadanos particulares tendrán que ser vehículos de 10 años o más, mientras que para autónomos y empresas valdrá a partir de los 7 años de antigüedad. Las ayudas oscilarán entre los 2.000 euros para los nuevos coches diésel, gasolina e híbridos no enchufables de bajas emisiones; y las máximas de 3.000 para eléctricos o de hidrógeno.

Los concesionarios vascos, que han aplaudido la medida, ya han notado movimiento de consultas en las últimas semanas. «Los clientes estaban esperando a que se activen las ayudas y eso siempre frena las ventas. Estos meses han sido malos y por eso hemos presionado para el plan», señala Jon Lekue, presidente de la Asociación de Concesionarios de Bizkaia y director de Autonervión.

Las expectativas son buenas aunque también hay incertidumbres. La principal gira en torno al requisito de que los coches tengan la calificación energética A, que otorga el IDAE, organismo dependiente del Ministerio de Transición Ecológica. Según explica Francisco Javier Canibe, director comercial de Peugeot Karealde, con la introducción del protocolo de emisiones WLTP, ha habido cambios en la lista de modelos con esa etiqueta que distingue a los menos contaminantes. «Ha bajado mucho el porcentaje de coches subvencionables respecto a la anterior edición. Estamos pendientes de si hay una nueva actualización», afirma. Lo mismo comenta Jon Alzola, director comercial de Hyundai en el Grupo Ortasa: «El número de modelos que entran en las ayudas se ha recortado cerca del 50%, pero aún así hay posibilidades». Jon Tolaretxipi, gerente del Grupo Easo Motor, explica que ya hubo una modificación de la lista en mayo, cuando los fabricantes dieron nuevos datos porque solo entraban un 5% de los modelos, y que ahora entran en torno al 20%.

Hay que recordar, asimismo, que el Renove marca un límite de 25.000 en el precio de compra (base imponible antes de impuestos) para los motores diésel, gasolina, híbridos enchufables y gas. Estos son los vehículos para los que se utiliza el programa porque para los eléctricos y enchufables es mejor opción el Plan Moves del Gobierno central, que en su tercera edición contempla ayudas de hasta 7.000 euros, muy superiores a los 3.000 del programa vasco.

En el conjunto de España las ventas de coches moderaron su caída en mayo hasta el 24%, con 95.403 matriculaciones. El descenso acumulado en los cinco meses es del 36%. Las patronales que aportan los datos –Anfac (fabricantes), Faconauto (concesionarios) y Ganvam (distribuidores)– advierten de que solo se están recuperando las alquiladoras y las empresas, mientras que el canal de particulares sigue muy deprimido, con una caída del 30%. Urgieron a la Administración a tomar medidas y Faconauto invitó a las comunidades autónomas a imitar a Euskadi y poner en marcha un Renove con ayudas que incluyan al diésel y gasolina y no solo a los eléctricos, como el Moves del Gobierno central.