Es hora de que Europa espabile

Las atrocidades en Palestina y Ucrania, la epidemia de polarización que nos sacude, la incertidumbre que genera el nuevo gobierno Trump… los problemas se nos acumulan, y a pesar de que las cosas no van mal, tampoco acaban de ir bien, y en los días malos podemos hasta pensar que está cerca la muerte de la luz.

Me centro en uno de ellos: Europa. La sobre-regulación, el populismo y la carencia de estrategia industrial se han convertido en una fuente de ineficiencia y sobre-coste que lastra enormemente la competitividad de nuestras empresas. Los informes de Letta y Draghi han dado lugar a un brote de esperanza, pero, a la vista de la falta de liderazgo y la fragmentación que asola a los países europeos, este viene teñido de grandes dosis de escepticismo.

Es hora de que Europa espabile: este debe convertirse en un grito unánime en 2025. Los europeos tenemos que asumir que para distribuir riqueza, primero tenemos que generarla. Y bramar con fuerza contra la muerte de la luz europea, inevitable si no somos capaces de competir en un mercado globalizado.