Las ingenierías siempre han tenido el desafío de resolver retos tecnológicamente complejos. Es un elemento de su naturaleza, presente incluso en su etimología: el ingenio y el talento las espolean para acometer su objetivo último, que nos es otro que poner los adelantos de la ... ciencia al servicio de la sociedad.

Publicidad

En este sentido, Euskadi es una región con un gran potencial. El pasado queda avalado por una larga trayectoria, el presente es razonable según los diversos indicadores como el Panel Europeo de Indicadores de Innovación (EIS) – que sitúa a Euskadi como un «innovador fuerte», superando la media de la Unión Europea– o el Informe Innobasque de Innovación 2023, que apunta que el porcentaje vasco de inversión en I+D respecto al PIB superó al de la media europea. También en Euskadi tenemos algunas debilidades que nos lastran, pero si mantenemos el esfuerzo por innovar, con capital tanto público como privado, nuestras empresas tendrán la capacidad de reinventarse que los nuevos mercados demandan.

A lo largo del 2023 hemos visto en el mundo mercados en auténtica transformación, ejemplo de ello son el de las infraestructuras de transporte, el sector espacial, el de la defensa o el de infraestructuras digitales. En el mercado de la energía estamos viendo una volatilidad hasta ahora inédita, pero en el que se vislumbran nuevas oportunidades. Las inversiones realizadas en el pasado reciente en España en algunos de estos sectores nos están permitiendo acudir a los mercados internacionales en condiciones muy favorables.

En Sener hay una clara vocación de transformación permanente cuyo objetivo es el de mantenernos en una vanguardia tecnológica reservada solo para unos pocos. Más del 80 % de nuestros proyectos son para clientes de fuera de España. Tanto para conseguir una cosa como la otra, la clave son nuestras personas, porque solo podremos llegar hasta donde ellas nos lleven.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad