Las políticas europeas para activar el vehículo eléctrico y la reducción del coste de instalación de generación eólica terrestre y fotovoltaica modifican profundamente los modelos de actividad. Subyace un compromiso político en la lucha contra el cambio climático. Ahora que se anuncian elecciones y se ... calientan programas electorales, echo de menos propuestas sobre Economía con mayúscula, sobre cómo la gente se gana la vida.

Publicidad

Buena parte de la industria manufacturera vasca está vinculada al sector auxiliar del automóvil. Por la introducción masiva del vehículo eléctrico, deberá modificar en profundidad su modelo de fabricación y probablemente de negocio. Empresas de fundición, forja, estampación o inyección de aluminio o plástico generan miles de puestos de trabajo. Muchas de ellas históricamente fijadas a un territorio concreto. Ciudades y pueblos que sin esa industria enfrentan un futuro incierto.

Por otro lado, la capacidad que tendremos los consumidores industriales de producir buena parte de la energía que consumamos supondrá la aparición de modelos energéticos que integren la generación de electricidad distribuida. Abandonaremos paulatinamente los modelos que se han venido sustentando en la exclusividad inherente, de facto, de la producción en grandes centrales. Simultáneamente, sustituiremos el petróleo.

Si buena parte de la industria manufacturera y dos grandes empresas vascas dedicadas a la energía, cuya tracción sobre el territorio es indudable, tienen un futuro incierto, los riesgos para la economía en Euskadi emergen.

Los países y regiones que utilizan al sector industrial como clave de bóveda de su economía han logrado tejer una red de seguridad contra el desempleo y la pobreza. No obstante, alcanzar una economía fuertemente industrial no es fácil, y menos aún perpetuarla en el tiempo.

Publicidad

Mi buen amigo Luis dice que la inercia no es solo una propiedad física. La incapacidad de un cuerpo para modificar por sí mismo su estado de reposo o movimiento es aplicable a muchas facetas de la vida. Así es como interpreto la involución que en México se está produciendo con la generación de electricidad. Su Gobierno pretende seguir impulsando la construcción de centrales de gas, en detrimento de nuevas tecnologías y modelos, a fin de proteger la generación convencional y a las empresas mexicanas de electricidad afianzadas a lo largo de los años.

Es una decisión lícita, pero: ¿cuánto puede mantenerse si puede producirse la misma energía más barata y limpia? ¿Llega tarde México a proteger su industria energética?

La conservación del Estado del Bienestar requiere que la Administración disponga de ingresos recurrentes para prestar servicios de toda índole a los ciudadanos, extrayendo rentas de la economía productiva, básicamente a través de impuestos al trabajo, a las empresas y a las transacciones comerciales. Al estar íntimamente relacionadas estas actividades, cualquier reducción deviene en caída de ingresos y, por ende, de prestaciones.

Publicidad

Un plan de contingencia anticipa situaciones de riesgo que pueden entrañar un daño. La probabilidad del daño y su magnitud debieran de ser las claves para ponerse a trabajar.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad