Los alcaldes de Llodio y Amurrio, el diputado general de Álava y agentes económicos y sociales del Valle de Ayala expresan su satisfacción tras el acuerdo alcanzado entre la dirección y el comité de empresa de Tubacex que pone fin a un huelga de casi ... ocho meses que ha afectado a las plantas de la compañía siderúrgica y también ha condicionado de manera negativa el día a día en los municipios
Publicidad
Siempre ha defendido la reivindicación de los trabajadores en defensa de sus derechos, «pero una huelga de casi ocho meses ya estaba siendo muy larga para todos». Con lo que la vuelta a la actividad «es la mejor noticia para todos, supone el mantenimiento del empleo y la continuidad de las plantas, que es lo que todos queríamos. El músculo que tiene Tubacex está fuera de toda duda». El regidor llodiano espera que el Valle de Ayala empiece a dejar atrás la crisis «y nuestra industria siga dándonos buenas noticias. Es un sector clave en nuestra economía».
Con satisfacción recibió ayer la noticia del acuerdo el regidor de Amurrio, «porque supone la reincorporación de trabajadores después de muchos meses y la recuperación de la normalidad». Txerra Molinuevo aseguraba que «Tubacex tiene tal relevancia en nuestro pueblo y en toda la comarca que llevábamos tiempo instalados en un estado de preocupación que ahora esperemos que cambie. Creo que todos vamos a ganar en tranquilidad». El alcalde confía en que la industria auxiliar, el comercio o la hostelería local «empiecen también a remontar».
El acuerdo en Tubacex es «una gran noticia» para el jefe del Ejecutivo foral, porque se pone fin a un conflicto de casi ocho meses «por la vía del acuerdo entre la empresa y los trabajadores». Ramiro González, que nunca ha ocultado su preocupación por la situación en Tubacex, no dudó en felicitar a ambas partes y también destacó que esta solución negociada permitirá «garantizar la continuidad de la actividad industrial -en las plantas de Llodio y Amurrio- y los puestos de trabajo». La Diputación, añadió, «va a volcarse con el Valle de Ayala».
Publicidad
La prudencia que pedía el miércoles cuando empresa y comité negociaban el acuerdo se convirtió ayer en «satisfacción» una vez conocido el «feliz» desenlace final. «Esto nos debe permitir mirar al futuro con más optimismo y pensar en planteamientos positivos para Tubacex y la comarca», destacó Pascal Gómez, consciente de que la compañía es uno de los motores económicos de Álava. El presidente de la patronal SEA también quiso poner de relieve el papel de mediación del Gobierno vasco. «Es momento de agradecérselo», concluyó.
Noticia Relacionada
La huelga de casi ocho meses «era un problema para Tubacex y sus 800 trabajadores pero también para todo el Valle de Ayala», en opinión del presidente de la asociación de pequeños y medianos comerciantes de Amurrio. La actividad que había dejado de generar la compañía siderúrgica «lastraba a nuestros establecimientos, cuando todavía no se habían recuperado de la crisis de la pandemia». Jon Andoni Aspuru quiere ver el futuro «con mayor optimismo» y noticias como la de este acuerdo «o la recuperación que se apunta en Tubos Reunidos nos ayudan».
Si la situación en Tubacex no hubiera llegado a buen puerto, «la situación se habría complicado de manera importante. Hay que felicitarse por que no hayamos llegado a ese punto». José Antonio Merino señala que «nuestra comarca es pequeña y si una gran empresa tiene problemas, esto nos arrastra a todos». Por ello, cree que con la vuelta a la actividad -una vez que se levante la huelga- «saldremos ganando todos, habrá más alegría, más consumo...». Y espera que productos como el suyo, el txakoli, «tenga más entrada en el mercado local».
Quien fuera presidente de la patronal alavesa SEA entre 1999 y 2004 respiraba ayer aliviado al conocer la noticia del acuerdo «porque ha habido momentos en los que la situación era muy difícil», incluso con riesgo de perder «un buque insignia en la comarca». Y ni el Valle de Ayala ni Álava «están en situación de perder empresas e inversiones, sobre todo con lo que cuesta que vengan nuevos proyectos». La tensión que se ha vivido en Llodio y Amurrio en los últimos meses «ha sido importante. Ahora esperemos que ese clima mejore», admite Sabino Iza.
Cuando ayer hacia las cinco de la tarde pasó por la puerta de Tubacex en Llodio «y no vi el piquete, deduje que teníamos acuerdo. Una buena noticia». Porque los casi ocho meses de huelga «nos estaban dejando una gran preocupación social», más allá de «poner en peligro la actividad industrial en la comarca, que es la base de nuestra economía». El mayordomo de la Cofradía de San Roque, que trabajó tres décadas en la desaparecida Aceros de Llodio, espera que las consecuencias de la vuelta al trabajo «sean positivas y traigan un nuevo tiempo al municipio».
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.