La aeronáutica vasca congeló la facturación en 2021 a la espera de rentabilizar el incremento de vuelos

El presidente de Hegan, el consejero delegado de ITP, Carlos Alzola ha señalado que las perspectivas económicas se confirman y se mantiene la recuperación a niveles previos a la pandemia para 2024 o 2025. Y es que, ha recordado que a pesar del incremento de conexiones áreas regionales y corto recorrido, los vuelos todavía son un 20% menos que en 2019. A pesar de eso, ha constatado que las empresas vascas del sector, que han celebrado esta mañana su asamblea anual en el BEC coincidiendo con la cita de la Bienal de Máquina Herramienta, dan síntomas de «fortaleza y capacidad de adaptación y resistencia». Aunque el peso de la crisis del covid, como ha reconocido la directora del cluster, Ana Villate, «muestra aún su impacto».

En definitiva, que el 2021 «ha sido un periodo de transición», según ha explicado Alzola que ha defendido que, a pesar de todo, la apuesta por I+D se ha mantenido destinando un 6% de los ingresos a esta tarea, en total 117 millones, 15 millones más que el pasado 2020. En cuanto al empleo, a pesar de los despidos en las plantas vascas acometidos por muchas de las empresas del sector, el saldo de 2021 ha sido positivo en el conjunto de sedes por todo el mundo gracias a la creación de 420 empleos que han elevado un 3,1% las plantillas alcanzando los 14.186 trabajadores.

Las exportaciones ascendieron a 1.371 millones de euros, lo que supone más de un 70% de la facturación del sector. En cuanto a los países de destino Inglaterra, donde tanto ITP como Aernnova tienen plantas de producción, fue el país más relevante con un 32% de las ventas, por un 21% a Estados Unidos, un 17% a Alemania y un 13% a Francia.

El peso militar en el conjunto del negocio aeronáutico vasco se mantiene en torno al 10% del total y, a pesar del compromiso de los países de la OTAN de incrementar sus presupuestos de defensa hasta el 2%, no se prevén cambios.

De todos modos, se percibe una doble velocidad en la recuperación entre las grandes y las pequeñas empresas que se hace especialmente más grave ante los retos provocados por la subida de costes de la luz, las materias primas o los problemas de suministro. Un escenario que representa una amenaza para la recuperación iniciada y ante el que el presidente de Hegan, Carlos Alzola, ha reclamado que las ayudas se «capilaricen debidamente en toda la cadena de valor».

El sector reclama su aportación en I+D, que es clave para afrontar las nuevas modalidades que surgen en la aeronáutica, como la aviación eléctrica y sostenible, nuevos modos de vuelo locales o el uso de los drones. Así, como todas las oportunidades que se abren en el espacio, con el uso de satélites, nuevas comunicaciones como el 5G o el fenómeno de los nanosatélites.

Y es que según ha explicado Alzola es necesario ampliar los «plazos de desarrollo de nuevos programas y tecnologías». Las ayudas para la I+D del Gobierno central se centran en el PTA (Plan Tecnológico Aeronáutico) que se aprobó a finales de 2020 y recibió financiación de 160 millones a cargo de los Presupuestos Generales del Estado desde 2021 y hasta 2023. Este tipo de programas en países europeos como Francia, Alemania o Inglaterra son mucho más ambiciosos y duraderos, además de cubrir más porcentajes de los proyectos. Es una de las reclamaciones del sector que recuerda que su ciclo inversor en innovación es mucho más largo que dos años.

Además, en la asamblea celebrada esta mañana las empresas del sector han aprobado el cambio que por estatutos correspondía en la presidencia. Así, Carlos Alzola, el consejero delegado de ITP, deja esta responsabilidad que desde hoy es asumida por José Julián Echevarría, el director general de Sener Aeroespacial.