Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
«El problema es que la máquina se rompe, se autodestruye», asegura alguien que conoce a la perfección el lío que tiene la compañía vasca, Siemens Gamesa, con el aerogenerador que estaba llamado a ser la estrella de las ventas en la producción eólica de ... electricidad en tierra. El asunto no es baladí, toda la empresa y los proveedores están temblando. Es un 'tsunami' que se puede llevar la compañía por delante en reparaciones e indemnizaciones.
Año y medio después de haber reconocido los primeros problemas en el aerogenerador 5.X, la pasada semana la compañía lanzó la voz de alarma. Los problemas técnicos persisten, no hay por ahora una solución clara, no se pueden evaluar por el momento las pérdidas pero superaran los mil millones de euros. «Si la avería asciende 'solo' a mil millones nos podemos dar con un canto en los dientes. Pero tiene toda la pinta de que va a ser mucho peor», aseguran las mismas fuentes.
Diseño. Comenzó en 2017, tras la fusión de Siemens y Gamesa, con tecnología heredada de ambas compañías.
Ventas. El primer prototipo se instaló en 2019. No hay cifras oficiales pero se estima que se han instalado ya cerca de 200 unidades.
Características. Tiene capacidad para generar entre 5, 6 y 7 megavatios a la hora, suficiente para alimentar unos 6.000 hogares.
El aerogenerador en cuestión -en realidad es una plataforma que admite varias configuraciones-, tiene capacidad para generar entre 5,6 y 7 megavatios de electricidad a la hora -suficiente para alimentar unos 6.000 hogares- y es un auténtico gigante con un diámetro de palas entre 155 y 170 metros, en función del modelo.
¿Cuál es la magnitud del problema? Inmenso, aunque hay pocos datos oficiales. Así, se conoce que se han instalado ya cerca de 200 unidades -con un precio medio estimado en torno a los 5 millones de euros-, pero hay otras 800 vendidas con contratos en firme.
Los empleados en el área técnica y comercial que conocen la esencia de los problemas técnicos tienen firmados acuerdos de confidencialidad, pero lo que ha trascendido son «serios problemas en el rotor». Esto es, en el conjunto que forman las palas, el eje y la caja multiplicadora. Unas vibraciones que desguazan el equipo y a las que, dada las enormes dimensiones, no se acaba de encontrar solución. «Excelencia en el diseño y tecnología probada. Sinónimo de innovación, conocimiento y fiabilidad», dice el catálogo de Siemens Gamesa colgado en su página web a propósito del generador 5.X. Suena a broma pesada en estos momentos.
El problema económico generado por estos fallos desata un sumatorio, con efectos de 'tsunami'. La reparación de los equipos ya instalados es lo de menos y se estima que apenas superaría el medio millón de euros por unidad. Lo de más, la 'madre de todas las pérdidas', están en las diferentes indemnizaciones que recogen los contratos que firma Siemens Gamesa con sus clientes. Una, de impacto bajo, está ligada al retraso en la entrega de los equipos, porque la empresa ha paralizado la producción.
Otra, la más importante, la que de verdad puede suponer una tumba, es el compromiso de disponibilidad. Esto es, que si hay viento la máquina produce y no está parada por averías. Hay también otra penalización si el equipo no genera la electricidad comprometida y, por último, otra que garantiza que Siemens Gamesa se compromete a sustituir todos los aerogeneradores si se producen fallos repetitivos. La 5.X ha hecho pleno y genera todos los días indemnizaciones de todos los colores. Suma y sigue y nadie sabe hasta cuándo.
Existen, además, contratos de mantenimiento de esos equipos con precios pactados de antemano. «Los costes de esos mantenimientos se van a disparar y van a ser ruinosos», señalan expertos del sector. Algunos clientes ya han comenzado a estudiar la resolución de los contratos de compra, lo que dejaría a la empresa en una complicada situación a medio plazo.
Pero aún hay más. La empresa ha deslizado, aunque tímidamente, que ha detectado también problemas en sus generadores marinos. Equipos de dimensiones aún más gigantescas, con una capacidad de generación que se acerca ya a los 10 megavatios a la hora y que esperan alcanzar en breve los 14 megavatios. Este anuncio ha generado algo parecido al pánico entre los proveedores internacionales de la compañía eólica, porque la generación marina era la gran esperanza de futuro, debido a sus amplios márgenes de beneficio. Si se confirma que el 'virus' de los errores de diseño se ha traspasado a estos generadores marinos sería una debacle.
Lo cierto es que un buen número de expertos del sector hace ya tiempo que habían advertido que las propias compañías eólicas estaban traspasando líneas rojas, en una loca carrera por fabricar generadores más potentes. Según esta tesis, la competencia descarnada entre fabricantes -Siemens Gamesa es la segunda empresa mundial del sector por detrás de la danesa Vestas-, les ha llevado a lanzar al mercado equipos que tecnológicamente no estaban maduros y ahora están encontrando la penitencia en el pecado.
La respuesta a todas estas incógnitas se conocerá en unos meses. Algunos apocalípticos, de hecho, ya comienzan a anticipar que si se confirma la debilidad tecnológica de los grandes aerogeneradores, la transición energética acumulará importantes retrasos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.