El acero europeo alerta de que los aranceles de Trump pueden ser «el último clavo en el ataúd» del sector

Así lo ha declarado Henrik Adam, presidente de Eurofer, que ha advertido de que en el caso de que el acero europeo desaparezca, también lo harán la automoción, la seguridad y defensa europeas, además de las infraestructuras energéticas, el transporte y otros sectores. «Lo que está en juego es la soberanía europea», ha alertado.

La patronal europea del acero sostiene que la imposición de estos araceles agrava un entorno de mercado «ya de por sí precario» para la industria siderúrgica europea y representa una auténtica amenaza para su futuro. Además, todo llega en un momento muy complicado. A finales del año pasado, Eurofer ya alertó de la situación crítica que atravesaba el sector. Sin embargo, la coyuntura es aún más complicada en estos momentos, y el sector espera que la Unión Europea responda con una revisión efectiva de las medidas de salvaguardia del acero que mitigue el impacto de los aranceles estadounidenses y garantice la perdurabilidad de la industria a largo plazo.

En este sentido, Henrik Adam considera que, actualmente, la situación del mercado del acero europeo «es mucho peor que en 2018», en referencia a las disputas comerciales durante el primer mandato de Trump, y advierte de que las nuevas medidas impuestas por EE UU son más extensas, por lo que es probable que el impacto de los aranceles estadounidenses sea mucho mayor.

El exceso de capacidad global alcanzó niveles récord en 2024 y se prevé que aumente de nuevo este año. En este contexto, la patronal ha advertido de que el mercado europeo «se verá aún más saturado» debido a la nueva dirección que podría tomar el acero que suele dirigirse al mercado estadounidense, que proviene principalmente de países asiáticos.

Desde Siderex, el clúster vasco de siderurgia, advierten que los aranceles impuestos por EE UU impactan a las empresas vascas de dos maneras. Tal y como dijo en su día Asier San Millán, presidente de Siderex, esto podría implicar que terceros países «acaben inundando otros mercados como el europeo con aceros 'low cost' y sin cumplir con las mismas reglas de juego que las empresas vascas y europeas».

Por otra parte, lógicamente, está el impacto directo. EE UU es el tercer cliente de la siderurgia vasca por volumen de exportaciones, solo superado por Alemania y Francia. El año pasado, vendió acero por un valor de 385 millones, lo que supone aproximadamente un 15% de las exportaciones del sector.