Que vuelva Tyson
Goles al arcoiris ·
Quizá sea una broma, pero no estaría mal el regreso del campeón de Brooklyn con 53 añosSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
Goles al arcoiris ·
Quizá sea una broma, pero no estaría mal el regreso del campeón de Brooklyn con 53 añosEmpieza a tomar cuerpo una posibilidad que tiene en ascuas al ancho mundo del boxeo. Es cierto que la mayoría de los aficionados no se la creen y que otros muchos, más crédulos o más receptivos a las sorpresas formidables que nos da la vida, ... lo consideran una frivolidad. Pero no importa. El gusanillo de la duda y la ilusión está ahí: a sus 53 años, Mike Tyson puede volver a los cuadriláteros. Un vídeo suyo entrenando con la furia de los viejos tiempos ha disparado las especulaciones. Óscar de la Hoya y Jeff Fenech, antiguo entrenador del campeón de Brooklyn, ya han aplaudido su regreso y lo consideran una noticia magnífica. Y el terrible luchador Khabib Nurmagomedov, a quien sacarle un elogio parece más difícil que convencerle de que McGregor sería un buen marido para su hermana, no ha disimulado su entusiasmo. «No me lo puedo creer. Esto es otro nivel», ha dicho.
Quien más ha hecho por alimentar la ilusión del regreso ha sido Rafael Cordeiro. Lo de este preparador brasileño de lucha thay que ha estado trabajando con Tyson durante las últimas tres semanas es una mezcla del entusiasmo del viejo minero que encuentra por fin la gran pepita de oro y de la alucinación del apóstol ante la visión de su maestro resucitado. «No sabía qué esperar cuando llegó. No ha golpeado con guantes en casi 10 años, así que no me esperaba ver lo que vi. Vi a un tipo con la misma velocidad y el mismo poder que los chicos de 21 y 22 años», aseguró.
A mi me encantaría el regreso de Mike Tyson, qué quieren que les diga. Ya disfruté en su día de la vuelta de George Foreman. Recuerdo que me alegré mucho de su nuevo título mundial a los 45 años y que lamenté luego su retirada definitiva para dedicarse a vender parrillas para asados y soltar sermones tremebundos en su iglesia evangélica. Pero lo 'Iron' sería todavía más espectacular. Repasando sus últimos 30 años podríamos hablar de un regreso a la luz desde el lado oscuro. Eso como poco.
Howard Webb
Recordarán a Howard Webb, aquel árbitro inglés que estuvo a punto de arruinar a la selección española la final del Mundial de Sudáfrica. Policía de profesión, Webb siempre me ha parecido un caso insólito. Nunca he entendido que un árbitro que vio perfectamente la patada de kárate que De Jong propinó a Xabi Alonso y no la consideró digna de expulsión, es decir, un jeta o un rompetechos de semejante calibre, tuviera el privilegio de dirigir una final de la Copa del Mundo. Pero el caso es que lo tuvo y que hizo una larga carrera internacional, de manera que haría méritos que yo desconozco. Ya retirado, Webb reconoció su error flagrante en la final de Johannesburgo y algunos otros más. El último es muy curioso: un penalti a Cristiano Ronaldo en un partido contra el Tottenham cuando el portugués militaba en el Manchester United. Dice el excolegiado que se dio cuenta de que se había equivocado por la cara de asombro que puso Gomes, el portero brasileño de los Spurs. Cara de asombro, dice. ¿Y la cara de Xabi tumbado en el suelo, pálido, con las manos en el pecho, intentando respirar, tan hecho polvo que parecía estar pidiendo la extremaunción? ¿No le hizo percatarse de su error? Pues quizá sí, pero no supo reaccionar. De manera que tal vez debamos ser benévolos y concluir que lo de Howard Webb no es un caso de mala intención o ineptitud sino de falta de reflejos.
Manu Sarabia
Manu Sarabia ha hablado del Athletic, y especialmente de la Copa, en una entrevista con 'El Mundo Deportivo'. El gallartino ha hecho, como siempre, un análisis muy ajustado de la actualidad rojiblanca y ha descrito las características, en tantos aspectos contrapuestas, de los equipos de Gaizka Garitano e Imanol Alguacil. Lo que más me ha interesado de sus declaraciones no ha sido, sin embargo, esa parte fría y racional del analista estricto sino justo la contraria, la parte fatalista y supersticiosa del jugador que fue. Sarabia habla del destino. Ni más ni menos. Transcribo literalmente: «Por cómo ha transcurrido la Copa, en la que hemos podido estar fuera en casi todas las eliminatorias y ahí estamos, en los cuartos ya dije que esta Copa está destinada para nosotros. Hay que empezar a barnizar la gabarra». No puedo estar más de acuerdo. Bueno, podría estarlo pero no quiero. Eso sí, yo no me precipitaría ahora con lo del barniz de la gabarra, no vaya a quedarse la capa muy vieja para cuando juguemos la final y tengamos que sacarla.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.