Urko Herrán y Majida Maayouf reinan en una San Silvestre de récord

Pese a haber más corredores, hay cosas que no cambian. Urko Herrán se volvió a coronar por cuarta vez con un tiempo de 17:36. «Me gusta esta carrera. Correr en casa siempre es especial. Había muchísima gente animando por las calles», comentó el ganador, tras cruzar la linea de meta. «La clave está en apretar en el ecuador y abrir una brecha. El año que viene intentaré repetir», prometió.

En la categoría femenina, Majida Maayouf se impuso a las rivales con una marca de 18:57. «Ni he mirado el reloj para ver el tiempo, solo me he centrado en disfrutar del ambiente que había por las calles. Es muy bonito correr así», confesaba. «Al nuevo año solo le pido salud».

El pistoletazo de salida fue en el parking de Mendizabala, mismo punto en el que se situó la línea de meta. Entre medias, 5,9 kilómetros de un circuito que recorrió el centro de la capital alavesa. Pronto se pusieron a la cabeza los corredores más preparados. No tardaron en abrir distancia con esos velocistas más extrovertidos que se encargaron de dar color y poner esa pizca de humor a la cita.

Papá Noel, Pikachu, renos, extraterrestres... «El objetivo es hacer hueco para la cena de la noche», reía el tándem conformado por Luis Foronda y Raúl Arróniz. Deben ir juntos por una sencilla razón: «Yo llevo el globo del 2 y él el que tiene la forma de 5. Esperamos que ninguno se pinche, sería un mal augurio», bromeaban. Debían haber pedido consejos a Willy Martínez, que volvió a correr con su inconfundible disfraz de teletubby. «Con esta creo que ya son diez ediciones, aunque lo llevo usando desde el Carnaval de 1999». Los arreglos con trozos de celos corroboran los achaques de la edad.

Otros se vistieron de gala desde primera hora. «La temática era venir de Navidad y dar color a la prueba». Y ahí que se plantaron Eric Ortiz de Urbina y Adrián Crespo con un traje. Competir así tenía mérito, aunque la recompensa les invitaba a no desfallecer. «Luego nos esperan unos huevos y chorizo en Pistanorte». Si la meta era disfrutar, Vitoria batió un año más el récord. Con amigos o en familia, como Beatriz Fernández de Labastida y su hija, la pequeña Ena. «Somos un tándem. Lo bonito es avanzar siempre de la mano». Ya saben, ese impulso para la vida.

Asimismo, a diferencia de lo que ocurrió hace quince días en la Media Maratón, cuando una oleada de agentes solicitó la baja de manera repentina y puso en jaque la competición, la huelga que mantiene la Policía Local de Vitoria en esta ocasión no afectó al desarrollo de la multitudinaria San Silvestre. Según informaron desde la organización de la prueba, la carrera se pudo desarrollar tal y como estaba programada. Agentes de la Guardia urbana regularon el tráfico en los distintos puntos marcados del recorrido. Asimismo, varias patrullas de la Ertzaintza se sumaron a las labores de vigilancia durante el circuito.