El agradecimiento de los deportistas hacia el publico fue una constante durante la mañana. Igor Aizpuru | Blanca Castillo

Media Maratón de Vitoria

Un público entregado calienta la gélida mañana de Vitoria

Cientos de aficionados se agolparon en las aceras para animar a los participantes, sobre todo en la Avenida Gasteiz

Mikel Uriarte

Domingo, 17 de diciembre 2023, 19:53

Ni la gélida mañana con la que amaneció este domingo en Vitoria impidió que cientos de aficionados, familiares y ciudadanos se agolparan en las aceras para animar a los korrikalaris de la 45ª Media Maratón. Marcaba dos grados el termómetro en algunos puntos ... cuando se dio la salida pero los aplausos y los gritos de '¡aúpa!' y '¡venga!' se dejaron sentir calentando el ambiente poco a poco. Hubo quienes al paso de sus conocidos aprovecharon para irse a desayunar antes de volver para arengarles de nuevo.

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Otras como Mariaje y Conchi, conocidas entre sí, intercambiaban saludos, mientras que hubo quienes se lo tomaron con cierta calma e intercambiaban opiniones acerca de lo que suponía disputar una carrera de este tipo. «De todas las que he disputado hasta el momento en estos años, sólo me he retirado en una», comentaba un atleta a su colega. Quien se llevó una parte importante de aplausos fue el participante que desde el primer paso por la Avenida cerraba la prueba. Él agradecía el apoyo levantando dos dedos de su mano derecha en señal de victoria, lo que causó cierta sorpresa en una familia de Asturias que tirando de sus maletas nada más salir del hotel donde habían pasado el fin de semana aguantó el paso de la hilera de atletas para cruzar el paso de cebra correspondiente.

Los rayos de sol animaron la fría mañana. I. Aizpuru | B. Castillo
La salida en tromba de los 3.000 inscritos. I. Aizpuru y B. Castillo

Uno de los tramos donde más público se concentró fue en el Palacio de Justicia, por donde el futbolista Manu García desfiló entre la marabunta deportiva, mientras Marijo Ochoa de Eribe, megáfono en mano animaba a su sobrino Mario y a unas amigas quienes corrieron en favor de Cristina, que padece una enfermedad priónica. «Queremos apoyarle y visibilizar lo que le sucede. Es una jabata», contaba Beatriz Román nada más pasar el arco de meta. El vino caliente del bar 'La Unión' de Nochebuena irá en favor de la investigación de esas patologías.

El termómetro marcaba apenas dos grados cuando empezó la carrera, aunque luego subió hasta rozar los 10

Hubo otras curiosidades como la de la pequeña Maider Martín, que tuvo que regresar a casa a por el olvidado dorsal para correr la maratón txiki. En meta felicitaba a su aita Pablo. A su lado estaba Ruth Brito, que llevaba dos meses entrenando tras pasar una lesión de tobillo y afrontó el reto como preparación al Vihalf y el Ironman que quiere disputar el año que viene.

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