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Hace dos meses, Martin Fiz acudió al médico para valorar unos problemas en el gemelo que no remitían. «Parecía una rotura de fibras, pero no podía ser porque yo podía correr, aunque con dolores», recuerda el maratoniano. Así que los posteriores análisis derivaron algo en ... lo que el fondista alavés nunca hubiera imaginado. «El problema más que muscular se convirtió en un fenómeno vascular». Dos trombos en el gemelo que obligaron a Fiz a detener su actividad física y a medicarse para controlar un problema que por fortuna ya está dejando atrás. «Me pillas corriendo», cuenta desde el otro lado del teléfono, la mejor evidencia de que las cosas marchan por el buen camino. «Sí, me han dicho que puedo hacer vida normal», corrobora una de las leyendas del atletismo español, aunque todavía debe seguir con el tratamiento: «inyecciones de heparina y medias de compresión», resume.
¿Y qué ha sucedido en estos dos meses? Su experiencia la ha reflejado Fiz en sus redes sociales. «Trombosis, venas... saltaron todas las alarmas. 'Tendrás que medicarte, llevar una media de compresión, nada de correr en los próximos meses, olvídate de hacer deporte porque si no estarás expuesto a cualquier fatalidad'... Entré en un choque emocional y me dije, resetea», explica el fondista alavés. «Es que habituados a lesiones, esto era algo muy diferente. Yo he llegado a correr con cuatro costillas rotas, aguantando el dolor, pero cuando te dicen que tienes dos trombos te asustas y te entran muchas dudas», cuenta.
Así que Fiz se puso en manos del médico, dejó de correr y se ha medicado para poner solución al problema vascular que se le había generado en una de sus piernas. Para alguien tan activo como el maratoniano alavés, ha supuesto todo un reto. «Me preguntaréis cómo un tipo que ha corrido 300.000 kilómetros ha soportado no hacer lo que ha hecho toda la vida. Simplemente quitándome el deseo y la necesidad de hacer todo lo que había hecho anteriormente», explica Fiz, que eso sí, se tuvo que enfrentar a lo mismo que vivió cuando terminó su exitosa carrera profesional. «Sentí un vacío», admite. «Tal vez ese susto me indicó que debía vivir de otra manera», reconoce.
Pero lo más inmediato para él ha sido superar su problema, vencerlo y dejarlo atrás. «Nunca había estado 50 días sin correr, pero ahora me encuentro muy bien. Me dijo el doctor que todo estaba en orden. Que había tenido suerte, porque los trombos se quedaron en la pierna. Si no le llego a dar importancia a los dolores y suben...». Pero prefiere no pensar en negativo. Martín Fiz está recuperado y volverá a marcarse nuevos retos. De hecho, este domingo ya estuvo en Madrid para participar en la carrera 'Ponle freno' en favor de la seguridad vial. Aunque como él reconoce, «me he dado cuenta que tengo otras prioridades además de correr. Familia, amigos, trabajo, escribir...».
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