Estrellas con luz propia

La primera mujer que venció en 2003 fue la keniata Winny Cheruyot, con una marca de 2:41.09. Dos años después, la carrera se convertiría en campeonato de España, lo que atrajo a atletas importantes del panorama nacional. Fue el caso de la atleta aragonesa María José Pueyo, que ya empezaba a destacar, a pesar de iniciarse en la distancia con 28 años. En Vitoria logró la victoria en 2005 y su primer título con un tiempo de 2:37:05. Su cara de sufrimiento en la meta refleja la dureza del circuito y de las bajas temperaturas que marcaron aquella primavera vitoriana, con apenas 4 grados. La satisfacción no fue plena puesto que Pueyo buscaba mejorar su marca, pero no fue posible. El Maratón Martín Fiz fue un gran trampolín para ella. Recibió la llamada de la selección española en 2006 para participar en el Europeo de Goteborg. Su trayectoria internacional, con las Olimpiadas de Pekín como gran éxito, se alargó hasta 2015, momento en el que una grave hernia discal le apartó de la élite. Ahora, Ziani y Pueyo reconstruyen para EL CORREO el recuerdo de sus triunfos en Vitoria.

El atleta de origen bereber mantiene la mejor marca histórica de la carrera con 2:12.57. A sus 51 años, sigue en activo en pruebas máster

Llegó a Euskadi con solo dos años. De origen bereber, su familia huyó de Marruecos en busca de una vida mejor. Con 17 años descubrió el atletismo, del que vivió hasta los 36. Ahora, es educador social y atleta máster, pasión que traslada a su club fundado en 2017 en Orio. Kamel Ziani siempre será recordado como el primer vencedor del maratón se su inseparable amigo Martín Fiz.

- ¿Qué recuerda de su victoria en la primera edición del maratón Martín Fiz en 2003?

- Mi dirección era Rotterdam porque quería hacer un buen Mundial. Y entre Martín Fiz y mi manager Miguel Mostaza me convencieron para estar en Vitoria. Justo esos días había hecho un test de lactato y salió bueno. Martín me dijo que iba a tener liebres y buen nivel con gente africana y allí que me planté con un buen tiempo de 2:12. Mi mejor marca es 2:10.18.

- ¿Esa marca le abrió puertas?

- Date cuenta de que el circuito no era muy propicio para hacer buenas marcas, a 500 metros de altura. Pero ahí esta el récord de un maratón con nombre como el de Martín Fiz. Fíjate que hasta el kilómetro 39 iba descolgado porque los africanos iban desbocados. Luego, fui pasando y remontando, que es como me gusta correr. Luego fui al Mundial y quedé el 26º. Un circuito durísimo que se ganó con 2:17, mucho calor, a las dos de la tarde, 30 grados y 100% de humedad. Acabé y dije que ya no corría más maratones pero luego fui a Goteborg, dos Europeos, campeones de Europa de maratón por equipos.

- ¿Quién le inició en el atletismo?

- Lo mío fue una casualidad. Yo hacía fútbol y, cuando me cansé, competí durante muchos años en judo. En esa época hacía un curso de carpintería y un compañero me animó a correr en una carrera de Getaria a Zarautz. Tenía 17 años y gané. Luego me fui al equipo de atletismo de Michelìn de Lasarte. Y así empecé, luego cross, pista... Ese fue mi inicio.

- ¿Vivió del atletismo?

Sí, tuve esa suerte. Fue el 'boom' de Abel Antón, Diego García, Alberto Juzdado y Martín Fiz, que abrieron puertas y me metían en la rueda. Gané bien. Luego, después de ser segundo en Amsterdam, fiché por la marca Adidas varios años. Me quedé en las puertas de los Juegos olímpicos de Sydney, como reserva. Fui campeón de Europa por equipos con España en Múnich 2002.

- Es marroquí pero afincando en España desde muy niño.

- En concreto, soy bereber de la zona de Alhucemas. Fue mi padre el que me trajo. Salimos del país porque los bereberes no son queridos en Marruecos. Se fue a Alemania, luego llegó a Hernani y se afincó en Orio, donde vinimos toda la familia con mis tres hermanos. Vine con dos años. Nuestra cultura bereber es la más antigua, es diferente. La llevo en la sangre.

- ¿Acabó harto del atletismo?

- A raíz de una lesión, osteopatía de pubis, y después de quedar sexto en el Europeo con 36 años decidí retirarme. Digamos que sí que terminé harto. Y eso que solo hice 14 maratones, que nos son tantos. Al principio, no quería ni oír hablar de atletismo. Me llegó a estresar y durante seis años no quería saber nada. Luego poco a poco, retomé y salía a correr sin reloj. Antes todo eran series, medir con el crono todo. Termina por cansar. Me cambió la vida, fui padre y quise ver crecer a mis hijos.

- Sin embargo, ha vuelto a competir.

- Sí, como atleta máster. Aún corro el 10.000 en 31 minutos. Preparé el maratón de Valencia de 2022 para batir el récord del mundo de veteranos de 50 años, que estaba en 2:19 pero una fascitis plantar me impidió afrontarlo. Llevo tres meses lesionado pero ya estoy mejor y estaré en Vitoria el 14 de mayo para celebrar el 20º aniversario del maratón de Martín Fiz. Correré con él la prueba de los 10 kilómetros.

-Tuvo que incorporarse al mercado laboral. ¿A qué se dedica?

- Trabajo desde hace 16 años como formador en un centro de menores, sobre todo, migrantes, con muchos menas. Es un trabajo duro y hemos tenido unos años complicados. Son chavales con mucha mochila a los que les cuesta levantarse después de caer. Siempre les intento motivar e inculcar que aprovechen la vida

- Y la vocación de entrenador, ¿desde cuándo?

- Hace siete años fundé con otro compañero el primer club de atletismo en Orio. Tenemos cerca de 200 atletas, con más de 50 chicas. En Valencia las acompañé en su primer maratón y acabamos por debajo de las cuatro horas. El club ha crecido mucho. Es un pueblo de 6.000 habitantes. Así que ha sido todo un éxito. Competimos en campeonat'os de España y estamos muy ilusionados.

En 2005 logró en Vitoria su primer titulo nacional de maratón. Ha sido una de las referentes de la selección española. En 2015 se retiró por una lesión en la espalda

María José Pueyo nació en Sabiñánigo pero vive en Zaragoza. El próximo 16 de marzo cumplirá 53 años, llevados con energía y ese ímpetu que hizo de ella una de las mejores atletas españolas en la distancia del maratón. Una hernia discal la apartó de la alta competición, pero el gusanillo competitivo persiste y en 2022 se proclamó campeona del mundo máster 50 de 10 kilómetros y media maratón.

- ¿Qué tuvo de especial el año 2005 en su vida?

- Acababa de dejar de trabajar para dedicarme al atletismo. A los cinco meses, en Vitoria conseguí el campeonato de España. Decidí dedicarme profesionalmente en 2004. Trabajaba de instructora en un gimnasio. Empecé a correr tarde, con 28 años. En 2004 me fui al maratón de Rotterdam y para entonces pedían una marca de 2:37.00 y yo hice 2.37.34. Esos 34 segundos que me separaron de la mínima para las olimpiadas de Atenas me hicieron pensar que tenía que ver con las horas de trabajo y el poco descanso que acumulaba.

- ¿Qué recuerdos le vienen después de 18 años de su título en Vitoria?

- Primero, el frío que pasé. Imagínate, era abril y estábamos a 4 grados. Mi intención era bajar mi marca de 2.36. En meta se me ve con cara de decepción, a pesar de ganar el campeonato de España porque la marca no era buena. Iba vestida con la camiseta amarilla de Laister. Era mi primera vez en una campeonato de España de maratón y lo gané. La llegada al centro de la ciudad fue muy bonita.

- ¿Después vino todo rodado?

- Mi primera internacionalidad fue en el Europeo de Goteborg en 2006, el año que ganó Martín Fiz el título.

- ¿Qué momentos especiales guarda de su carrera deportiva?

- Hay muchos. Es verdad que conseguir la plaza para los juegos olímpicos de Pekín y haber competido fue un logro. Pero no olvido las dos veces que gané la Behobia o el tercer puesto en la Vallecana Internacional.

- ¿Una carrera corta pero intensa?

- En 2015, cuando estaba preparando la mínima para los Juegos de Río de Janeiro me lesioné la espalda, me operé y tuve que retirarme. Dejé la alta competición, pero como me gusta este deporte, me busqué otros retos como los campeonatos máster. Así que los preparo de junio a febrero y también hago bicicleta de carretera.

- ¿Recuerda cuántos maratones ha corrido en su vida?

- He corrido 20 pero son pocos los que he disfrutado. En la mayoría he tenido que buscar una marca personal o una mínima que me llevara a la selección española. El primero fue en San Sebastián y en el kilómetro 25 estaba que no podía. En Frankfurt bajé de 2:48 a 2:38 a buen ritmo. En Valencia en 2018 lo corrí ya para disfrutar y despedirme.

- Es diplomada en Magisterio y licenciada en Educación Física. ¿Cómo va su tesis doctoral sobre el ciclo menstrual en la alta competición?

- Estoy en la fase inicial. Me gustaría acabarla como colofón a mi vida académica. Es un tema muy interesante porque hay que tenerlo en cuenta en la alta competición. No todas las mujeres se comportan igual a la hora de rendir y hay que saber qué puedes hacer a la hora de los entrenamientos. Es muy eficaz y se pueden conseguir grandes resultados si se toma en cuenta, sobre todo, en pruebas explosivas más que en resistencia porque hay mucha más posibilidades de romperse.

- Se gana la vida como entrenadora personal. ¿A qué tipo de publico presta sus servicios?

- Empecé con un proyecto en 2015 entrenando a mujeres para la Carrera de la Mujer en Zaragoza. A raíz de eso, algunas me pidieron que siguiera entrenándolas. Ahora me dedico a entrenar a atletas, triatletas, ciclistas, deportistas en general, gente que se quiere poner en forma. El perfil son personas de 25 a 64 años. Me dedico a lo que gusta en ese aspecto. La vida me ha tratado bien. Fíjate que aprobé oposiciones y estuve un mes trabajando en un colegio, pero me fui porque eso no lo quería para toda mi vida

- La marca de Ana Isabel Alonso de 1995 fue superada por Marta Galimany hace pocos meses. ¿Por qué se resistía tanto?

- Tenía el récord en 2:26:51 y Marta lo ha hecho en 2:26:14. El auge de las nuevas tecnologías deportivas ha sido la clave, independientemente del esfuerzo de los entrenamientos. Las nuevas zapatillas están haciendo mucho para que los atletas puedan entrenar más y no se lesionen tanto.