Volea de Djokovic en la red, donde estará una de las claves de la final. El golpe de revés a dos manos de Alcaraz es una de sus mejores armas. AFP / EFE

Alcaraz y Djokovic, un año después

Vuelven a verse en la final de Wimbledon, pero ahora con el español favorito ante su estado de gracia y las dudas por la rodilla del serbio

Domingo, 14 de julio 2024, 00:07

Hace ahora 150 años, en 1874, un militar retirado, Walter Wingfield, fabricó una caja con un nombre griego muy pedante, y luego con el más comercial de «El Juego de Tenis en Hierba del Comandante». Tenía redes, picos, raquetas y bolas, y era recomendado para ... hombres y mujeres. Se popularizó rápidamente entre los británicos que tenían jardín privado, luego en clubes, como el de Wimbledon, cuyo torneo obtuvo pronto la reputación de ser el mejor.

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Según Djokovic, su final «es probablemente el partido de tenis más visto en el mundo cada año». Fue parte de su respuesta a la pregunta sobre la posible coincidencia horaria con la final de la Eurocopa de fútbol en Berlín. Los directivos del All England Lawn Tennis and Croquet Club, no han hecho preparativos especiales para que Carlos Alcaraz, su familia y su equipo puedan ver el partido.

Hay pantallas en el club para verlo y están en contacto con el entorno del español para saber qué quieren hacer. Si gana la final, quizás tengan que recortar la comparecencia de un joven entusiasta de la selección española ante los múltiples medios audiovisuales que reclaman al campeón.

Pero antes de tener problemas con el fútbol, Alcaraz tiene que ganar su partido contra un rival que persigue obstinadamente su octava victoria, las mismas que Roger Federer. Pero esta vez las tornas han cambiado respecto a la final de 2023.

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Hace un año, Carlos Alcaraz era un novato en el partido más importante del calendario tenístico. Era un jugador que venía de ganar Queen's y de demostrar que podía escalar hasta la final en el All England Club, pero que tenía enfrente el reto de desmontar al siete veces campeón y al que los números amparan como el mejor tenista de la historia, Novak Djokovic.

Un año después de la victoria más impresionante de la carrera del murciano, que inclinó al serbio en cinco sets tras cinco horas de partido, el destino les brinda una nueva oportunidad. Pero Alcaraz es ahora el favorito, por el 'in crescendo' que ha marcado durante el torneo, por su victoria en Roland Garros hace un mes y por un Djokovic que ha navegado Wimbledon entre las dudas de su rodilla.

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«Súperdiez»

Las palabras del serbio sobre su rival denotan el nivel de su respeto: «Las victorias en Roland Garros y en el USA Open no son tan sorprendentes en alguien crecido en España como ganar Queen's y Wimbledon. La manera en la que se ha movido y ha jugado en la hierba en los dos últimos años es fantástica de ver», dijo.

El entrenador de Alcaraz, Juan Carlos Ferrero, dijo ayer que «lo que está haciendo Carlos después de ganar Roland Garros, cambiar el chip y prepararse de esta manera y llegar a la final, es algo escandaloso. El nivel que está mostrando, sobre todo también en el aspecto mental, aguantando esa presión que todo el mundo le pone de que va a llegar a estas rondas finales, es de un súperdiez». Afirmó que el servicio es lo que ha cambiado en este año. «El saque es de lo que más está creciendo. Todavía le falta esa consistencia que queremos para que el nivel sea óptimo durante todo los partidos», aseguró Ferrero, que vaticina un partido de cinco horas, como el del pasado año, porque ve a Djokovic recuperado de su lesión de menisco.

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