A imponer su ritmo

Pero no solo tiene unos golpes y un físico increíbles, sino que su cabeza es la de los grandes campeones. Juega bien en los momentos importantes y no tiene miedo a ganar. Su capacidad de lucha y su garra me recuerdan a Rafa. Durante este US Open ha levantado múltiples situaciones adversas, pero no solo el 'match ball' ante Sinner en cuartos o el 3-2 abajo con 'break' ante el italiano en el mismo partido. Alcaraz ha superado también múltiples 0-30 o 'break points'. Además, no se ha venido abajo cuando era él el que desperdiciaba 'set balls' u oportunidades claras de cerrar los partidos. Esa alegría y optimismo que le mantienen vivo en los momentos delicados son marca de la casa.

Pero, por muy fuerte de cabeza que seas, hay que correr, arrastrarse y darle a la pelotita, y Carlos tiene esa calidad que solo está al alcance de algunos elegidos. Esa combinación de una potencia descomunal en todos sus golpes con la sutileza de sus dejadas es desconcertante para sus rivales, que muchas veces solo pueden esperar a alguna de esas rachas de fallos de Alcaraz, porque debemos tener en cuenta que le pega muy duro y arriesga mucho.

Su rival en la final, Casper Ruud, es la solidez personificada. Antes bajaba un poco de revés, pero últimamente ha mejorado mucho este golpe. Recordemos que alcanzó la final de Roland Garros contra Rafa y que tras ganar varios torneos cuenta con bastante experiencia y no le asustan las grandes citas.

El noruego no comete muchos errores. Hay que forzarle y desbordarle. Carlos deberá imponer su ritmo e ir ganando punto por punto. Tendrá que romperle el ritmo, variar e intentar que Ruud esté incómodo en la pista.

Esperemos que a Alcaraz no le pasen factura el gran número de horas que lleva en pista y que mantenga esa frescura mental y física que va a necesitar para ganar su primer torneo de Grand Slam.

¡Ánimo, Carlitos!