Djokovic se despide del Abierto de Australia con una nueva polémica

Novak Djokovic ha vuelto a perder en el Abierto de Australia seis años después -no disputó la edición de 2022-. El serbio ha caído ante el italiano Jannik Sinner por 6-1/6-2/6-7/6-3 en tres horas y veintiséis minutos, y lo ha hecho con un gesto reprochable.

Con el partido casi perdido -iba abajo dos set a uno-, Djokovic pagó su frustración con uno de los micrófonos ubicados junto al juez de silla. El serbio se disponía a cambiar de campo después de pasar por su banquillo para quitarse el sudor cuando golpeó con la raqueta el micrófono. Las cámaras de Eurosport captaron el movimiento del aparato.

El serbio se ha despedido de su torneo fetiche -cuenta con diez títulos- de la peor manera posible. Ya enfadó al público australiano la semana pasada cuando al enfrentarse al tenista local Popyrin, acabó encarándose con un aficionado. «Ven aquí y me lo dices», le dijo a una persona que disfrutaba del partido en la grada.

Djokovic tiene carácter y lo muestra habitualmente. Aunque en ocasiones, el único perjudicado es él. Como por ejemplo le ocurrió en el Abierto de Estados Unidos en 2020. Pagó su frustración con un pelotazo imprudente y la bola impactó en el rostro de la jueza de línea. La organización del torneo le descalificó de inmediato.

Djokovic tendrá que esperar para superar a Margaret Court como el tenista con más Grand Slam de la historia sumando la categoría masculina y femenina. El serbio poco pudo hacer ante el joven talento italiano, que sorprendió a todos. Que Sinner es un tenista descomunal con una proyección que, junto a Alcaraz, está llamado a dominar el circuito de la ATP, no le cabe duda a nadie. Pero que barriese de la pista a Djokovic en Australia era impensable. «Fue un partido muy duro», declaró el italiano al finalizar el encuentro. «Empecé muy bien. Él falló en los dos primeros sets. Sentí que no se encontraba muy bien en la pista, así que intenté seguir presionando».

El serbio de 36 años no pudo hacer frente a su rival en los primeros compases del partido y cometió 29 errores no forzados durante los dos primeros sets, en una actuación inusualmente descuidada en comparación con los ocho que cometió Sinner.

El veterano careció de su habitual regularidad metronómica, mientras que el concentrado Sinner, despreocupado por enfrentarse a un hombre que nunca había perdido una semifinal en Melbourne Park, tomó una ventaja de 3-0. El italiano rompió de nuevo el servicio en el sexto juego y se hizo con el set cuando Djokovic se fue largo con una derecha.

Los decibelios en la pista central aumentaron al comienzo de la segundo manga y Djokovic parecía haberse recompuesto, pero el recuento de errores siguió ascendiendo. Sinner, que derrotó al serbio en dos de sus tres últimos enfrentamientos, quebró el servicio en el tercer juego para afianzar su dominio en el partido.

Djokovic instó al público a apoyarlo y los gritos de «Nole» resonaron en el abarrotado estadio, pero su oponente volvió a romperle el servicio y quedó con dos sets de desventaja. El tercer set fue para Djokovic, que tuvo que desbaratar una bola de partido del italiano en el tie break. Finalmente, en el cuarto, Sinner mantuvo el temple para cerrar el partido y poner fin a una era en el Melbourne Park.

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