Djokovic se retira lesionado en Australia y advierte: «Tal vez sea mi último grand slam aquí»

Novak Djokovic ha dicho hoy adiós a su sueño de ganar el domingo su undécimo Abierto de Australia, el que sería el número 25 y le convertiría en la persona con más 'grand slam' del planeta superando los 24 de Margaret Court. El serbio quería que el récord cayese en Australia, su torneo fetiche, pero tendrá que esperar a la tierra de París por culpa de una nueva lesión.

No fingía Djokovic ante Alcaraz y el serbio lo ha demostrado en su partido ante Alexander Zverev. La semifinal se ha acabado nada más terminar el primer set. Durante una hora y 20 minutos, ambos jugadores libraron una intensa batalla, en la que Nole tuvo que salvar cinco bolas de ruptura para llevar a su rival hasta el desempate. En un tie break muy igualado y con un parcial de 6-5, el serbio remató una volea a la red y entregó el primer set al alemán. Djokovic perdía la primera manga y acto seguido se despedía del alemán. Le daba la mano y le felicitaba por la victoria, mientras el público murmuraba. No daba crédito. Había pagado una entrada para ver una hora y quince minutos de semifinal...

Djokovic se fue directo a su banquillo y comenzó a guardar las raquetas y sus toallas. La gente empezó a abuchear, lanzando un nuevo pulso al serbio, con el que mantienen una relación de amor y odio desde que fue deportado de Australia hace varias temporadas por no querer vacunarse del coronavirus.

La leyenda de 37 años, diez veces campeón en Melbourne, saltó a la pista con un vendaje en la pierna izquierda, que se había lesionado en los cuartos de final del miércoles ante el español Carlos Alcaraz, y se retiró de la pista saludando irónicamente con el pulgar arriba. Las cámaras captaron la división de opiniones. Mientras enfocaban a varios aficionados que reconocían la trayectoria del serbio, en el micrófono se colaba un fuerte pitido de los hinchas disgustados.

Zverev, en la entrevista pospartido, pidió respeto para su rival: «Por favor, no abucheen a Djokovic. Ha dado su vida por este deporte durante 20 años. Ha ganado este torneo con un desgarro abdominal. Ha ganado este torneo con una rotura en el tendón. Si no puede continuar, es que no puede continuar». Las palabras del alemán, que luchará el domingo por su primer grande, no parecieron convencer al respetable.

Y puede que el público se haya despedido para siempre de Djokovic, porque este dejó abierta la posibilidad de no regresar al primer 'grand slam' del año. «Hay alguna posibilidad de que este haya sido mi última vez en Australia. ¿Quién sabe? Tendré que ver cómo va la temporada. Quiero seguir adelante», afirmó en la rueda de prensa.

El plan de Djokovic será viajar a Europa para ponerse a servicio de su equipo médico, que tratará de recuperar al serbio lo antes posible para que pueda luchar por su vigesimoquinto 'grande'. Pero, el paso de los años comienza a hacer mella en el cuerpo de Nole, que ha disfrutado toda su carrera de una salud impecable. Son varias lesiones las que le han apartado de grandes retos en los últimas temporadas y a sus 37 años -38 cumplirá en mayo-, el reto de seguir ganando, ante los jóvenes que irrumpen en el tenis, es cada vez mayor.

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