Garbiñe Muguruza se queda sin premio en Australia

Garbiñe ha impuesto su solidez y su experiencia en el primer set. En plena resurrección que le ha llevado a luchar por su tercer Grand Slam tras pasar dos temporadas para el olvido, en este inicio de partido ha rayado a gran altura y ha demostrado que la mejor Muguruza estaba de vuelta. Tras los dos primeros juegos de tanteo, el tercero ha servido para que ambas tenistas entraran en materia. Largo, disputado, intenso, que ha permitido a la española romper el servicio de su rival y pegar el primer golpe en la mesa de la final. Después había que aprovechar el momento, y Muguruza lo ha hecho en base a un juego sólido, buscando las líneas de fondo donde ha hecho mucho daño en este primer set a la estadounidense, y atacando a la red en cuanto ha tenido oportunidad. Porque la española ha basado su rendimiento en un primer saque muy potente que la ha dado mucha ventaja en la mayoría de las ocasiones en las que ha sido efectivo, lo que la ha permitido llegar al 4-2 y tener hasta cuatro bolas de break para colocarse 5-2. No las ha aprovechado y ha permitido que Kenin volviera al partido, para colocarse con 4-4 después de romper el servicio de Muguruza.

Pero ahí ha vuelto a surgir la nueva mentalidad de la tenista de origen eibarrés. Ha roto a su vez el servicio de una estadounidense que parecía lanzada, y el golpe que ha supuesto a Kenin verse de nuevo detrás en el marcador ha impulsado a Muguruza hasta el primer set de la final.

El segundo set ha sido muy diferente. Kenin ha salido a la pista enrabietada por lo sucedido, y dispuesta a mostrar su mejor versión, la que le había llevado hasta la final siendo la sensación del torneo. Ha mantenido su saque y ha hecho un break ante una Muguruza que no era capaz en este tramo del encuentro de frenar el ímpetu de Kenin, que se ha marchado en el marcador hasta el 4-1. Verse por detrás en el segundo set ha provocado que la española haya bajado su rendimiento, y pese a colocarse con 4-2, ha dado la sensación de que quedaba un tanto descolocada y fuera del partido, algo que se ha dado cuenta Kenin para ir a por todas y cerrar el set con un contundente 6-2 en el marcador.

Era fundamental frenar el ascenso de la estadounidense, cambiar el ritmo del partido y limpiar la cabeza. Así lo ha intentado Muguruza, que ha visto como su rival la borraba con su saque para el 1-0, pero no ha perdido la concentración y le ha devuelto la moneda con un juego en blanco para el empate a uno donde ha dado la sensación de que Kenin estaba demasiado acelerada al verse con opciones de llevarse su primer Grand Slam. De hecho, en el tercer juego se ha visto a una tenista estadounidense al borde de las lágrimas, con una tensión extrema sobre la pista. Pero aun así, ha sido capaz de dominar el juego para mantener su saque y colocarse 2-1.

Muguruza debía intentar tres cosas en este tramo de encuentro: mantener a su vez el saque, la cabeza fría y tratar de jugar con las emociones de una rival de 21 años y que se veía por vez primera en una situación similar. Y con un saque directo y un últmo punto pleno de dominio ha devuelto la igualdad al marcador y ha mandado un mensaje a su rival: 'Vas a tener que pelear cada punto si quieres ganar esta final'.

Así ha sido. El quinto juego ha sido espectacular, donde ambas han mostrado sus dos caras. Muruguza, plena de confianza y tras dejar atrás su peor momento del partido, se ha colocado 0-40. Tres bolas de break que vista la actitud de Kenin, debían desarmar la moral de la estadounidense, errática y fallona en estos puntos. Pero lo que se ha visto es a una tenista muy agresiva y capaz de superar momentos críticos, porque ha salvado esas tres bolas de rotura y con un ace incluido, ha colocado el 3-2 en el marcador que obligaba a Muguruza a seguir remando.

La final ha llegado a su momento decisivo. En plena batalla de dos tenistas lanzadas a por la victoria, con buenos golpes y mejores restos, Muguruza, con el juego a su favor, ha dejado con vida a Kenin y ha cometido finalmente una doble falta que ha permitido a la estadounidense romper su servicio. Un momento fatal del partido, ya que del 3-3 que tenía en la mano se ha pasado a un 4-2 muy complicado de levantar. Un error por parte de la tenista española que la ha sacado de nuevo del encuentro, como sucedió en el tramo final del segundo set. Kenin ha solventado su saque pese al arrebato de orgullo de Muguruza para tratar de levantar un 40-0 y el 5-2 ha dejado a la joven estadounidense a un paso de llevarse el Abierto de Australia (5-2). Muguruza, muy tocada en su ánimo, ha encadenado dobles faltas para entregar el partido a la estadounidense (6-2). Un final que no ha estado a la altura ni ha hecho justicia al trabajo de la española a lo largo del torneo y de la final.