Garbiñe Muguruza, harta de la pista y muy feliz fuera de ella
Garbiñe Muguruza ·
La tenista se tomó un año sabático y una vez cumplido nadie sabe si volverá. Ella lo tiene claro: «Estoy viviendo la vida»Secciones
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Garbiñe Muguruza ·
La tenista se tomó un año sabático y una vez cumplido nadie sabe si volverá. Ella lo tiene claro: «Estoy viviendo la vida»Una búsqueda en google un día cualquiera del nombre de Garbiñe Muguruza puede generar entre uno y tres millones de resultados. ¿Cuándo volverá? ¿Qué le pasa? Son las preguntas más insistentes. Nadie lo sabe. Garbiñe, que cumplirá 30 años el próximo 8 de octubre, nunca ... ha dicho que abandonaba las pistas definitivamente, pero sí que solo volvería cuando echara de menos la competición y se viera capaz de volver a levantar su puño victorioso, entrenar y llevar la disciplina que dicta el tenis de alta competición: «Estoy viviendo la vida», llegó a decir.
Con más de 850.000 seguidores en Instagram, donde aparecen muchísimas páginas de seguidores con su nombre, y con más de 500.000 en 'X', Garbiñe ha pasado a colgar más fotos de su nueva vida. Comentar escuetamente lo bien que se lo está pasando. Todo huele a retirada definitiva. No obstante, encuentra recepción en los fans que llegan a efectuar comentarios del tipo: «No dejes pasar el tren…que se va. Ya tendrás tiempo para otras cosas en un futuro cercano». «El tren ya está en otra galaxia», responde otro seguidor. «Hará lo que quiera cuando quiera, es lo que hay, hacer las cosas cuando a uno le apetece», replica otro. «Muy guapa, pero te extraño en las pistas». «Ex tenista jubilada». «¿No había pasado ya tu año sabático?».
Esa es la pregunta que se pierde en el aire y que nadie del entorno de Garbiñe se atreve a contestar. «Because life is just too big to play small» (Porque la vida es demasiado grande para jugar pequeña). Es el lema que sobresale en la presentación de las redes de la tenista española que parece haber leído ya el libro 'El descontento' de Beatriz Serrano en el que se pregunta si «¿la vida es hacer el táper, trabajar, ir al súper y ver una serie de Netflix?», en una reciente entrevista a La Vanguardia. Seguramente Muguruza se ha contestado. No. Hay otra vida. Y ansío disfrutarla.
Garbiñe se cansó de una vida que, aparentemente, parece una bendición y que firmaría más de uno. Nació con unas facultades para triunfar en el deporte, comenzó a los tres años a darle a una raqueta y desde entonces no ha parado. Disciplina, entrenos diarios, viajes, cuidado alimentario, y presión, que afecta mucho. Mantener una estabilidad en este deporte resulta difícil. Muguruza ha ganado mucho dinero en premios, y Adidas, Babolat, Rolex, Caser y BBVA, que la convirtió en la primera mujer embajadora a nivel mundial, han pagado bien el patrocinio.
Después de ganar una decena de títulos, entre ellos dos grandes, de ser número uno, de vivir esa época exitosa en la que debió sentirse la «mejor del mundo», siguió un período de derrotas dolorosas ante adversarias más débiles que ella. Y entonces es cuando decidió «hacer planes que cuando estaba en el circuito no podía hacer». Apareció un 'love' en Nueva York, con el que contraerá matrimonio el próximo verano, pasa más tiempo con sus padres, Scarlet Blanc y José Antonio Muguruza, con sus hermanos Igor y Asier. «Estoy recuperando todas las cosas que he perdido durante tantos años en el circuito», manifestó hace nueve meses a la revista 'Hola'.
Este parón que tiene toda la pinta de ser ya un adiós a las pistas, quien más quien menos, sabía que podía pasar. Garbiñe en cierta ocasión había declarado que no se veía jugando con más de 30 años. En octubre de 2021, renunció a jugar con España la Copa Federación, ahora Copa Billie Jean King, alegando que su cuerpo y su mente no daban más, que llevaba muchos meses de presión de viajes y de no estar en casa. Achacaba todo a la exigencia física y mental. Pero en noviembre de ese mismo año resucitó en Guadalajara (México) conquistando el Masters. Todo un éxito.
Parecía que volvía a ser feliz con el tenis. Pero no. Vinieron las derrotas y su mente y su cuerpo sintieron que tenía que hacer un nuevo stop. Dijo que no pensaba en la retirada. Pero los días pasan. Ya no figura en el ranking y volver a los 30 años, después de vivir lo que ha vivido sin obedecer las leyes rígidas del tenis de alto nivel, solo lo hacen las tenistas para partidos de homenaje o una que otra exhibición. Más hoy en día en el que la clasificación te muestra solo once tenistas de más de 29 años que figuren entre las 40 primeras del mundo.
Una pena para los seguidores y para el deporte español que gozaba con tener otra número uno. Pero es Garbiñe Muguruza, una Libra, que piensa en recuperar todo aquello que abandonó cuando tenía que estar exclusivamente para el tenis. Vuelva o no, en los libros siempre quedará que Garbiñe Muguruza ganó un Roland Garros (2016), un Wimbledon (2017), fue la primera española en ganar un Masters y también fue número uno del mundo.
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