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Surrealista la escena que se produjo este fin de semana en Bulgaria. Y es que el Arda Kardzhali, una formación de la máxima categoría, recibió la falsa noticia del fallecimiento Petko Ganchev, un ex delantero centro de 78 años -cumplirá 79 el 17 de junio- y decidió rendirle tributo en el duelo que le enfrentó al Levski Sofía. Sin embargo, no estaba muerto. Ver para creer.
Šta rade Bugari... Održali su majstori minut ćutanja za bivšeg igrača Petka Gancheva koji je živ, pa im se javio na poluvremenu. To ni #CrnogorskiFudbal nije uspio... pic.twitter.com/6DqeSV3Flw
— CGsport.me (@cgsportme) March 17, 2025
Se pudo ver a los futbolistas de ambos equipos -él estuvo en el Arda cinco años- abrazados, alineados en el círculo central de Arena Arda. Apesadumbrados por la noticia que había recibido. El locutor del estadio, según la agencia de noticias local Blitz, explicaba lo que sucedía. Sin embargo, poco después, se descubrió que el futbolista de 78 años seguía vivo. La alerta la lanzó un familiar del central, que estaba viendo el partido en televisión y se lo comunicó al canal que lo retransmitía.
No le quedaba más remedio al Arda Kardzhali que rectificar en un nota publicada en sus redes sociales. «La directiva del Arda desea expresar sus más sinceras disculpas a nuestro exjugador Petko Ganchev y a sus familiares, después de que el club recibiera información errónea sobre su fallecimiento. Les deseamos muchos años más de buena salud y que pueda disfrutar del éxito de Arda».
Él mismo, admirador de Ancelotti, ha contado cómo vivió esos momentos. «Mientras conducía a casa, mi teléfono empezó a sonar mucho. Pero estaba conduciendo y no me atreví a cogerlo. Aparqué delante de casa. Entré en el patio y mi mujer me recibió llorando. «Petko, Petko, ¡han anunciado en la tele que has muerto!». No entendía lo que me decía ni lo que había pasado. Me explicó que la habían llamado por teléfono y le habían contado lo que habían oído anunciar antes del partido Arda - Levski. Después me llamaron dos amigos míos. Uno de ellos también lo estaba viendo por televisión. 'Pero estoy llamando y no contestas. Creí lo que oía y llamé a tu mujer'. Era normal que el hombre se sobresaltara y se asustara, pues hacía poco que no teníamos noticias el uno del otro. Mi otro amigo, Stoyan Iliev, antiguo defensa central, estaba en el estadio. Me grita: 'Me pregunto si llorar o reír'. Y yo también. O llorar o reír. Stoyan se puso de pie como el resto de la gente del estadio para rendirme homenaje... Estar enterrado vivo es bastante estresante, la verdad...Traducción realizada con la versión gratuita del traductor DeepL.com
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