«El de Zarautz es el partido de parejas más bonito de ver para el pelotazale»

Rubén Beloki, cuatro veces campeón manomanista y uno de los mejores zagueros de la historia, es una voz autorizada para hablar de «un partido que no me voy a perder». También conoce a fondo la cancha donde se van a desenvolver los pelotaris, un Aritzbatalde en el que ganó dos ediciones del Zarautz Hiria: la de 1997 con Miguel Capellán y la de 2002 junto a Aimar Olaizola.

«El del domingo en Zarautz es el partido de parejas más bonito de ver para el pelotazale», subraya el de Burlada. Sin perder de vista a los delanteros, destaca a los zagueros, a un Zabaleta que tomó en su día el relevo y a un Mariezkurrena II llamado a grandes retos.

«Zabaleta marca mucha diferencia en la zaga y es un pelotari terrible cuando está bien», destaca Rubén Beloki. «Durante un tiempo no ha rendido quizá al nivel excelso al que nos había acostumbrado, pero me ha deslumbrado los últimos días que le he visto. Puede ser el mejor zaguero de la historia, si ya no lo es». La frase, viniendo de quien viene, cobra todavía mayor peso.

El látigo de Burlada extiende los elogios a Jon Mariezkurrena al mismo tiempo que los relativiza. «Dio un paso adelante en el Torneo San Fermín. Competitivo, posee un golpe de primera. Su nivel subirá en la medida que mejore un pelín la zurda cada día. Se está acercando al pelotari que puede ser».

Piensa Beloki que el de Berriozar «ha arrastrado problemas de manos con cierta frecuencia y no tenemos paciencia. Queremos todo ya y la evolución de un zaguero requiere tiempo. Viendo sus aptitudes, es imposible que Mariezkurrena II no juegue mucho a pelota. Tiene que pasar algo grave para que no se haga un gran zaguero».

El antiguo intendente de Baiko analiza también el duelo en la zaga del domingo desde la óptica del frontón. «El Aritzbatalde no es el mejor frontón para aguantar a Zabaleta porque es pesado, duro. De todas maneras, si algo tiene Mariezkurrena es carácter. La pelota coge mucho peso cuando se arrima a los cuadros ocho y nueve. El zaguero de poder marca más diferencia aún que en otras canchas, sobre todo con pelota difícil de mover. Y el frontis es una lapa. Como no le des, la pelota se para. Delanteros como Unanue y Olaizola II aprovechaban esa característica para lucirse en el remate».