El último pulso hacia la gloria

La txapela más grande de la pelota tendrá este domingo (17.00 horas) un nuevo dueño. Altuna III se enfrenta a Elordi en el frontón Bizkaia en una final del Manomanista en la que el colorado parte como favorito. El dinero se cantará doble a sencillo a su favor, pero está por ver si la ambición del vizcaíno es capaz de romper los pronósticos. No será la primera vez ni la última que la campanada suena en una modalidad propicia para ello. Se enfrentan los dos mejores pelotaris del momento.

El de Amezketa busca su tercera txapela en el que será su cuarto choque cumbre de la especialidad. Si lo consigue ratificará ser el pelotari más completo de los últimos años. A sus 27 años, el palmarés que atesora lleva camino de convertirle en uno de los mejores de la historia. Enfrente tendrá a la revelación de la temporada. El de Mallabia ha explotado de forma inesperada fruto de la maduración de su juego y de creer que es posible. No se ha conformado con ser tercero en el Cuatro y Medio y campeón del Parejas. Después de lo que le ha costado llegar no ha desaprovechado su oportunidad para demostrar que también es capaz de medirse a cualquiera en la mano a mano.

La confianza con la que llega es su principal aval para tratar de encontrar grietas en el completo repertorio de su rival. Necesita un partido perfecto para conseguirlo, pero si hay alguien que en estos momentos pueda tumbar al resistencia del guipuzcoano es él. No tiene presión alguna porque ya ha demostrado que ha llegado para quedarse, y ese puede ser un factor que juegue a su favor.

Altuna III lo sabe, y con el paso de los años ya ha aprendido que siempre se debe respetar al rival. Es lo que le ha llevado hasta la cima, y ya ha advertido del peligro que supone enfrentarse a un rival como el vizcaíno al que conoce de sobra a pesar de que no ha despuntado hasta hace nueve meses.

Todo indica que va a necesitar de su versión más exquisita si quiere subir al primer cajón del podio. El pasado mes de abril ya tuvo que sacarla para superar a Elordi en el Astelena de Eibar. Y lo hizo cuando estaba contra las cuerdas.

Pero aquel encuentro también tuvo una lectura positiva para el que vestirá de azul. Estuvo otra vez muy cerca, por lo que si logra pulir algunos detalles la cumbre puede ser suya. Aquel partido tuvo su tensión, pero subirá algunos decibelios más en el de este domingo por la tarde. Tanto en la cancha como en la grada, y ese será otro de los aspectos a gestionar por parte de ambos protagonistas.

Para el de Amezketa ya es una situación conocida porque será la duodécima final que dispute, pero Elordi no ha dado síntomas de debilidad en los encuentros comprometidos que ha disputado hasta ahora. Agarrarse al partido desde los primeros compases será su principal misión. Y la forma de hacerlo será rentabilizar el saque que tantas alegrías le ha dado hasta el momento por la forma que lo ha cruzado a pared y por la capacidad de sorprender al ancho que ha tenido.

Pero no bastará con eso porque también es un arma al que Altuna III saca mucha punta. Por lo tanto, no dejar pelota servida en el resto se antoja imprescindible para resistir. Explotar el brillo que ha adquirido su derecha bien a bote o de volea para sacar a su oponente de su zona de confort será otra de las bazas de las que deberá tirar el vizcaíno. Si cruza la pelota a pared con la maestría que ha demostrado en este campeonato va a poner en muchos apuros a sus rival. En caso contrario, también dispondrá de más huecos para finalizar el tanto, algo en lo que tiene que estar especialmente acertado porque el guipuzcoano no concede segundas oportunidades.

El frontón Bizkaia registrará una gran entrada, pero todavía quedan unas 150 localidades. La mayoría en el sector de cancha más cercano al rebote.