Sorpresón de Larrazabal en el frontón Astelena

El que vistió de azul llegaba rodado y sin nada que perder. Para él era un sueño medirse a un oponente de semejante calibre. El mejor, como atesora la elástica colorada que empezó a defender sin éxito contra el de Baiko. Pero el de Amurrio dejó la presión en el vestuario y supo jugar a la perfección su cartas. Todo lo contrario que Altuna III, que llegaba con hambre de pelota después de tener tiempo de sobra para preparar la modalidad y sin confianzas vista la actuación de su rival en el anterior compromiso. Pero el de Amezketa se descosió porque no metió bien la pelota en la zurda y tampoco estuvo nada acertado a la hora de entrar al resto. Queda en la cuerda floja y obligado a prácticamente ganar los dos encuentros que le restan para estar en semifinales.

Larrazabal firmó un partido de mucho mérito. Se nota que ha trabajado el aspecto psicológico para mantenerse siempre en la pelea y no perder pelota. Esa fue una de sus virtudes. Tan solo falló cuatro. Y supo explotar a la perfección sus virtudes en esta modalidad que son muchas. El brillo de su derecha deslumbró, recurrió a la volea para retrasar la pelota, para salir de más de un apuro y para marcarse algunos dos paredes de mucho mérito. Sufrió cuando su oponente le jugó a los pies y le metió pelota en pared, pero tuvo recursos para evitar tacadas que le pudieran descentrar.

De hecho, la mayor que encajó fue de cinco tantos y al principio de la contienda cuando Altuna III movió la pelota a la perfección y se sacó algunas dejadas milimétricas. Pero no se dejó amilanar y, poco a poco, logró equilibrar las fuerzas.

Se dieron empates a cinco, seis y ocho. Estar metido en la refriega hizo que se asentara. Varió su saque al ancho y también encontró huecos. El de Amezketa tuvo que recurrir a su calidad para resistir. Un gancho desde el centro de la cancha y una dejada perfecta tras recular fueron algunas de sus exquisiteces, pero Larrazabal ni se inmutó. Estaba donde quería. Siguió a lo suyo y la tacada que le permitió superar el ecuador del choque por delante (11-15) resultó clave para que mantuviera las constantes.

El de Aspe la acusó. Llegó a acercarse a dos, pero el alavés aguantó y tuvo un final del encuentro bastante más consistente. Apoyado en su primer golpeo consiguió romper definitivamente la resistencia de su rival. Altuna III no tuvo prácticamente opciones para reaccionar.

Tras su triunfo contra Ezkurdia, el de Amurrio reconoció que la había costado procesar la victoria. Ayer tras la conclusión del encuentro parecía estar en una nube. Había noqueado al campeón en su frontón y la imagen que transmitió fue la que muchos esperaban desde hace tiempo. La potencia con control resulta una combinación muy prometedora.