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juan pablo martín
Viernes, 31 de diciembre 2021, 01:44
El año que se cierra ha dejado un sonado adiós en la pelota a mano y varios brotes verdes. Aimar Olaizola, uno de los mejores delanteros de la época moderna de este deporte, colgó el 'gerriko', pero también hubo otros nombres que dieron un paso ... al frente y confirmaron que son el futuro de la especialidad. La pandemia dio un margen para que las afectadas economías de las empresas pudieran tomarse un respiro, y el regreso progresivo del público a los frontones aportó el último ingrediente para que el espectáculo fuera completo.
Con los coletazos de la huelga sin precedentes de los pelotaris de Baiko todavía presentes, arrancó un ejercicio en el que Elezkano II volvió a reclamar su estatus en el Parejas. Aspe le dejó fuera en 2020 en una decisión complicada de entender porque le impidió defender el título cosechado la temporada anterior, pero el vizcaíno demostró su fiabilidad. Tuvo de compañero de Zabaleta, el zaguero que más diferencias marca y que ratificó su plenitud. Ambos se hicieron con el campeonato más exigente en un frontón Bizkaia todavía sin el calor de los aficionados.
Fue en este festival donde Jaka estrenó su camiseta con la promotora bilbaína tras recalar desde la competencia, un fichaje que persiguió equilibrar más los cuadros vista la supremacía mostrada por Aspe en las últimas campañas. Sin embargo, el delantero de Lizartza no tuvo suerte y una pericarditis le hizo estar parado varios meses.
El Manomanista fue exprés y tampoco tuvo el final esperado. Zagueros como Rezusta y Zabaleta se reivindicaron, pero quedó patente que todavía les queda recorrido si quieren plantar cara a los delanteros. Explotó Artola, pero una lesión en el dorsal le dejó con la miel en los labios. Alcanzó una final que tuvo que retrasarse para intentar que llegara, pero resultó imposible. Altuna III se midió al guardaespaldas de Bergara y se hizo con su segunda txapela en la cancha de Miribilla, que tampoco contó con espectadores.
Vista la situación por el virus, el verano también fue atípico. El público regresó a los frontones a finales de junio. También lo hizo Laso al profesionalismo después de que, ocho meses antes, no alcanzara un acuerdo de renovación se quedara fuera. Antes lo había hecho Eskiroz, y posteriormente volvieron Víctor y Mariezkurrena II. Con progresivo su retorno se cumplió una de la principales premisas acordadas para que la huelga del año anterior quedara sin efecto.
Se organizaron los torneo de San Fermín y San Mateo. Y entre medias un Master de parejas mixtas en el que se le dio la alternativa a Peio Etxeberria, y que sirvió para sacar adelante una época estival en la que los aforos recuperaron cierta normalidad. La cita riojana fue la última para Olaizola II, que a mediados de septiembre había puesto fecha a su adiós.
El de Goizueta se retiró dos meses más tarde en su localidad natal tras 23 años como profesional y 14 txapelas en su palmarés, la mitad en el Cuatro y Medio. Lo hizo en lo más alto, y con todos los honores. La huella que dejó será imposible de borrar, igual que los duelos protagonizados con Juan Martínez de Irujo en las dos últimas décadas, que retroalimentaron una rivalidad entre los aficionados y encendieron este deporte. Olaizola II decidió tomarse un periodo de descanso antes de decidir por dónde quería que discurriera su futuro a partir de entonces, pero dejó una puerta abierta para entrar a formar parte del cuerpo técnico de Baiko que todavía es factible.
Conforme llegaba la fecha de su despedida y decía adiós en diferentes frontones, el torneo de la 'jaula' tomó el protagonismo para presenciar el resurgir definitivo de un pelotari que está llamado ser otro referente a nada que mantenga su progresión. Unai Laso dio el paso al frente que le faltaba y pasó del infierno al cielo. Se plantó por primera vez en una final después de atemperar su carácter y mejorar su defensa.
En la final del acotado presentó mucha batalla aunque no fue suficiente para evitar que Jokin Altuna se calara su segunda txapela del año y en partido explosivo. El de Biskarreta-Gerendiain ya está en lo más alto, y ha encendido la llama entre muchos seguidores.
El Parejas arrancó a finales de noviembre y también ha dado motivos para la esperanza respecto a la recuperación de otros pelotaris. Después de una travesía en el desierto, Mikel Urrutikoetxea ha vuelto para mostrar el hambre que lleva dentro, e Irribarria también está ofreciendo síntomas de que, tras su operación en la rodilla, puede volver a ser el de siempre.
Sin embargo, la pelota también perderá a finales de este mes la magia de Bengoetxea VI. Baiko no ha renovado al de Leitza que, a sus 37 años y tras cerca de veinte en profesionales, dejará otro hueco complicado de cerrar.
Amaia Aldai fue el nombre propio de una pelota a mano femenina cada vez más sólida que sigue dando pasos al frente. La delantera de Dima fue la mejor de 2021 tras hacerse con la txapela del Cuatro y Medio. Además ganó el torneo Plazandreak y estuvo en las finales de otros campeonatos de renombre.
La modalidad cada vez cuenta con mayor visibilidad, y las pelotaris de élite con un calendario que aglutina un número destacado de competiciones. El paso a la pelota mixta ha supuesto una mayor exigencia para ellas, pero el juego ha ganado en dinamismo y con ello el espectáculo. Las que vienen de abajo ya cuentan con unas referentes sólidas que siguen evolucionando en la cancha.
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