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JUAN PABLO MARTÍN
Sábado, 3 de diciembre 2022, 20:53
Hace siete días jugó su último partido como profesional con Baiko en Galdakao con un frontón repleto en el que sintió el apoyo y el cariño de su gente. Mikel Larunbe deja la pelota tras casi una década en activo, «con la conciencia tranquila ... porque lo he intentado dar todo e implicarme lo máximo».
– Ha pasado un tiempo desde su último partido como profesional. ¿Ha asimilado que se ha acabado?
– Lo llevo asimilando más tiempo. Viendo el trato que me estaba dando la empresa y los partidos que me estaba poniendo, jugando lejos, de repente dos meses sin jugar... Me lo olía. No fue una gran sorpresa.
– Había perdido protagonismo en los últimos años.
– Sin duda. Desde que tuve la fibrosis y a pesar de los esfuerzos realizados para recuperarme, la empresa no me apoyó nada. Necesitaba confianza y un poco de paciencia porque había demostrado que llevaba una trayectoria ascendente, y fueron presiones, críticas por jugar mal... Al final eso te merma. Hubo un cambio de contrato cuando se pasó de Asegarce a Baiko que creo que fui el único que decidió no firmar, algo que irritó al responsable, José Ramón Garai.
– ¿Qué acarreaba ese cambio?
– Antes teníamos uno con Asegarce y otro con Bainet y querían hacer uno único de Baiko. Cambiaban conceptos como los de prima por partido e imagen. No había pluses por jugar un estelar, las primas por clasificación en campeonatos eran mucho menores...
– ¿Tuvo consecuencias?
– Ves que te van apartando. Y cuando estaba jugando bien y tenía una buena racha no me dieron oportunidad alguna. He tenido muchas trabas, y soy un pelotari que no tengo un talento especial para hacer partidazos tras estar parado. Necesito ritmo y continuidad.
– Fue una de las personas visibles en la huelga de la mayor parte de la plantilla de Baiko. ¿Cree que le pasó factura?
– Sin duda. Fue otro factor más para recibir el trato que he recibido. Creo que he sido el pelotari menos programado en los últimos tres años. Solo hay que mirar los partidos que he tenido y dónde he jugado, en Salamanca, en Ávila... He estado un año sin salir en la televisión. Y no es que me guste salir, pero es algo que no he visto nunca. Un año entero en la sombra.
– ¿Ha cambiado algo en Baiko en el trato con los pelotaris desde que se llegó a un acuerdo para el regreso a la actividad?
– En mi caso fue a peor. En el de los demás no me atrevo a decirlo. Pero en la huelga tuvimos la oportunidad de tomar conciencia como trabajadores, de luchar como un colectivo, y la mayoría decidió formar la asociación de pelotaris. Hubiéramos tenido mucha más fuerza si llegamos a contar con un delegado de personal que nos representara con el que, por ley, la empresa está obligada a negociar y a dar información como la económica que se la hemos pedido mil veces y nunca nos la han dado, o la posibilidad de negociar un convenio como tienen muchas empresas. Eso nos daría fuerza y la opción de cambiar las cosas. Al final con la asociación lo que logras son pactos de buena fe. No tienen base legal. Tiene mucha más fuerza un sindicato. Eso me da pena. En muchas cosas los pelotaris siguen igual. Están desprotegidos.
– ¿Fue esa la razón por la que no estaba dentro de la asociación de pelotaris?
– Sí. Aunque respeté la decisión que tomaron. La iniciativa de la asociación llegó de dos pelotaris de Baiko que no se solidarizaron con nosotros, y otro par de Aspe, que en ningún momento comunicaron sus intenciones. Además hay que tener en cuenta la capacidad que tiene una asociación y un sindicato para defender el derecho de los trabajadores. ¿Porqué la empresa al comité de huelga no nos quería dar algunos puntos y a la asociación sí? Con el comité de huelga lo que se consigue tiene base legal y la empresa lo sabe, y no quería atarse a nada. La verdadera fuerza la hubiéramos tenido con el sindicato.
– ¿Qué valoración hace de los diez años de carrera?
– Me quedo con lo bueno, sin duda. He vivido como pelotari disfrutando del deporte que más me gusta. Sobre todo los seis primeros años, que fue la etapa de Asegarce, porque fue mi mejor época. Aunque al principio me costó, progresé y fue cuando jugué las dos finales de promoción y la de Primera del Parejas.
– ¿Se marcha con alguna espina clavada a nivel deportivo?
– Con aquella final del Parejas que perdimos en 2017. Pero me quedo con todo el recorrido en el que disfruté muchísimo. Y la lesión que tuve la recuerdo con pena.
– ¿Seguirá vinculado de alguna forma a la pelota?
– No lo sé. Ahora voy a desconectar. Y luego, si me pica el gusanillo, veremos. He tenido ofertas, pero me quiero dar un tiempo.
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